PERSONAS, POLÍTICOS Y CANDIDATOS
Por: Mirbel Epiquién Rivera
¿Qué es más importante, tener buenas personas, buenos políticos
o buenos candidatos?, ¿hay diferencias entre sí?, ¿se puede ser las tres cosas a la vez?,
estas son algunas preguntas que deberíamos hacernos durante estos meses previos a emitir uno de los
pocos derechos “obligados” que tenemos en nuestra democracia, porque sí
señores, democracia no solo es votar en elecciones, democracia es un sistema de convivencia social, de compartición de
poder, de rendición de cuentas, de gobierno de leyes, y todo empieza con la
elección de autoridades. Es por ello que no solo se trata de marcar una cédula
sino también de pensar en las
consecuencias de dicho acto. En ese mismo sentido tenemos que diferenciar
personas, políticos y candidatos. He aquí algunas señales:
Personas
En nuestro país
cada uno de los ciudadanos tiene el derecho
de ser elegido como una autoridad política,
no hay discriminación social, de sexo, educación u origen, sólo hay que ser
mayor de edad y cumplir ciertas restricciones formales, aunque hoy en día hasta
los presos pueden competir en elecciones. La elección política es un derecho universal
y es necesario contar con un mínimo de valores
y solvencia moral para pretender representar a un grupo de gente. Existen
miles de gentes respetables y honorables, muy talentosas y profesionales, que
aportan mucho a su tierra pero que jamás
entrarían en política partidaria porque prefieren una vida menos agitada
que estar al frente de una municipalidad, gobierno regional u otra institución
de poder político. Asimismo, existen pocas, pero existen, personas que sin tener una solvencia ética y moral,
que teniendo un cúmulo de traiciones,
fraudes, delitos y denuncias se atreven a ganarse la simpatía de la gente y
pretenden gobernarnos y ejercer el poder político. Entonces, cuando hablamos de
personas estamos hablando del conjunto
de valores y acciones que diferencian a un ciudadano honesto y moralmente
limpio de otro que, valiéndose de la precariedad de un sistema de control y
justicia, ha logrado engañar, delinquir y corromper a una parte de la sociedad.
Políticos
La política se
define como el ejercicio del poder,
y en este caso particular se trata de la administración del poder político
partidario. Un buen político debería tener ciertas características que quizá no
lo tengan otros ciudadanos, en primer lugar debe ser una buena persona, y cuando hablamos de buena persona no nos
referimos a alguien dadivoso o agradable. Se dice por ejemplo que Al Capone,
Pablo Escobar y otros mafiosos eran dadivosos y agradables, pero eso no les convertía en buenas personas. Un
segundo aspecto de un buen político tiene que ver con su capacidad para resolver problemas, es decir debe ser creativo,
ejecutivo, concertador. Un tercer aspecto para definir a un buen político es su
capacidad de liderazgo, y allí se
resalta su capacidad para definir la ruta hacia
donde debemos ir, y claro, convencer a todos que ese es el mejor camino,
logrando el compromiso de su pueblo en un trabajo articulado y optimista.
Entonces;
capacidad de servicio, liderazgo y
creatividad para solucionar problemas de todos diferenciará a un buen
político de alguien que se sirve o pretender servirse de la política para
obtener beneficios particulares o
grupales dejando de lado la demandas legítimas de un pueblo, por lo tanto
el uso de política para provecho propio deberían ser siempre castigado.
Candidatos
Un candidato es
una construcción artificial de
alguien que pretende ser político o pretende ser una buena persona. Un
candidato dependerá del trabajo que haga su equipo de comunicación. Es en este aspecto en el que generalmente
se hace más énfasis y claro, se gastan sumas millonarias de dinero para
construir algo temporal.
Los candidatos,
al ser artificiales, tienen un tiempo de
vida corta, lo suficiente hasta que dure la campaña política. En esta
condición el que tiene más dinero es
comúnmente el que llega a más gente, sin importar, claro está, su calidad
política o de persona. En un país con partidos políticos débiles o
inexistentes, sin apoyo financiero del Estado, sin militancias que aporten
económicamente y sin herramientas de control financiero, pues es sencillo que el dinero mal habido producto del
lavado de activos, de la corrupción, de la minería ilegal, del narcotráfico y
en general el dinero negro pueda
financiar y promover candidaturas.
Por lo tanto, ¿es importante contar con buenos
candidatos?, ¡NO!, lo ideal es contar con buenos políticos, buenas
personas y que sean buenos candidatos, aunque este último aspecto sea el
menos importante es al que más peso se le da, ello debido a su característica
mediática. Sin embargo es trascendental que los medios de comunicación y sobre
todo la ciudadanía puedan tener todo el panorama
claro y transparente, no solo conocer al candidato, sino también al
político y sobre todo a la persona.
Por ejemplo, el
Dr. Valentín Paniagua era una buena persona, un buen político pero un mal
candidato, en contraposición a Castañeda Lossio, que es un “buen” candidato, un
mal político y todo parece indicar que una pésima persona, y ¿cómo
vamos por casa?, pues si para el Gobierno Regional se trata hay 7 candidatos, algunos con mucho más
dinero que otros, pero si hacemos un ejercicio de pasar a los otros aspectos
encontramos menos nombres con capacidades
políticas demostrables, y si pasamos al aspecto personal, encontraremos con
seguridad no más de tres personas que
pueden salir a la calle con la frente en alto y la conciencia limpia. Investiguemos
más, leamos más, debatamos más, escuchemos a esas pequeñas voces interiores que
siempre marcan la línea moral en nuestro actuar, y tendremos mejores
autoridades. Recordemos que nosotros,
los ciudadanos, tenemos el poder.
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