martes, 15 de septiembre de 2015

EL DERECHO DE INFORMACIÓN

Por: Jorge Reina Noriega
 
 
El callar algo que todos lo saben, no es un acto de prudencia, ni tampoco el temor a ser comprometido, sino la cobardía de esconder nuestro estado pusilánime que permite la corrupción y la podredumbre de autoridades o gobernantes y también acepta,  la desgracia de los valientes que los enfrentan.
 
Nuestra tierra es un paraíso, donde muchos aventureros llegan a hacer fortuna y convertirse en celebridades, porque son conscientes de que nuestro Pueblo es pacífico y tolerante del abuso de mequetrefes, que en otros sitios pasarían inadvertidos.
 
Ante la indiferencia de nuestra gente, los que creen que todo lo pueden, se convierten en señoritos de saco y corbata o damiselas de blondas y terciopelos, que se escudan de tras de sus adulones  y chupamedias, que también son sin vergüenzas  y sin escrúpulos, que sacan provecho, a escondidas,  de tras de bambalinas y gozan llevando chismes o falsos comentarios para el malestar de gente decente, que resulta  mancillada, en su honor y su prestigio.
 
Al que se atreve a alzar la voz y denunciar atropellos, lo enjuician o encarcelan…,  lo vituperan y lo censuran, les piden indemnizaciones o pago de regalías y hay individuos de letras y abogadillos de pacotilla que se prestan a tales afrentas, denigrando la profesión de personajes ilustres que sacan brillo a su investidura de hombres de leyes y del Derecho.
 
Mucha de nuestra gente se muere de hambre en las alturas de nuestras serranías o en los enmarañados bosques de nuestra selva virgen, ausentes del auxilio de una alimentación mínima elemental o de medicinas simples que les ayuden a soportar o curar sus dolencias y enfermedades y esto, no es una noticia de último minuto o una primicia para la gente, son situaciones que pasan inadvertidas por todos nuestros semejantes indiferentes a la desgracia ajena, de allí lo importante del Periodismo para hacernos abrir los ojos y restregarlos hasta que revienten lágrimas por el dolor de nuestros hermanos.
 
Es cierto, el periodismo radial, televisivo o escrito, en estos momentos viene pasando por una etapa de severo ataque en la capital de la república, como es de conocimiento general, porque hay señoritas o señoronas con los calzones bien puestos, que se han atrevido a denunciar a los intocables, a los intangibles y respetables,  a los majestuosos y sagrados, sin embargo, no hay entidades o asociaciones de personajes o de hombres con cojones bien rayados, que hagan causa común y a nivel nacional, alcen su voz de protesta por atropellos al Derecho de Información, que tiene todo el pueblo de nuestra Patria, sin tomar en cuenta, cómo o por qué medios, se obtuvo la fuente de su denuncia ante la opinión pública.
 
Nuestra Región Amazonas, ahora superpoblada en sus urbes, localidades y suburbios por gente forastera y con sus hijos paridos de sus entrañas, lejos de sus querencias, declaramos, que  no somos ni estamos apartados de nuestras necesidades, miserias y carestías, razón por la cual aplaudimos a los que tienen el coraje de gritar y reclamar por el bienestar de nuestra gente, aunque sean calificados como orates u hostiles adversarios y también criticamos a la prensa que cómoda y placentera, hace uso de su silencio cómplice y encubridora de corruptelas y no tiene la valentía de defender a los que  salvaguardan y luchan por la moral de nuestros pueblos.

    *AYÚDAME A AYUDAR*
 

lunes, 31 de agosto de 2015

TELEFÉRICO A KUELAP: ¿UNA SOLUCIÓN PARA EL DESARROLLO TURÍSTICO?
 
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro


Los teleféricos son sistemas de transporte aéreo que se constituye de cabinas colgantes que se trasladan por medio de cables a diversas estaciones de parada. Este sistema de transporte en otros países como Colombia, Venezuela o Bolivia es muy utilizado, sobre todo para el transporte de personas en zonas urbanas para trasladar pasajeros a sus labores cotidianas y hogares. El Metrocable de Medellín por ejemplo, fue el primer teleférico en el mundo que se implementó para el transporte público, y actualmente funciona a tiempo completo atendiendo las necesidades de transporte de los ciudadanos en Colombia.
 
En el Perú hasta el momento no se ha implementado el sistema de teleféricos, pero existen proyectos principalmente turísticos, que buscan la puesta en marcha de este medio de transporte como Choquequirao (Cusco-Apurímac), Cerro San Cristóbal (Lima) y Kuelap (Amazonas); y también está el proyecto de teleféricos para el transporte público que busca unir el cono norte con el este, surcando los cerros de Lima Metropolitana.
 
Al parecer este tipo de transporte se instaló definitivamente en el Perú con la puesta de la primera piedra para la construcción del Teleférico a Kuelap, antiguo recinto de los Luya y Chillaos que ahora recibirá a sus visitantes desde los cielos amazonenses, cual halcones direccionando sus ojos y cámaras en magnifica maravilla arqueológica de nuestro país.
 
Desde esta tribuna aplaudo la construcción de este teleférico, como una nueva forma de transportar personas, y sobre todo si este proyecto turístico de transporte tiene como génesis nuestro departamento. Ahora los turistas y ciudadanos amazonenses, niños, jóvenes y adultos; dispondrán de más tiempo y menos horas de viaje para visitar este ícono pre inca. Será una experiencia extraordinaria subirse a una de estas cabinas y surcar por el cielo azul de Amazonas, deleitándose de tan hermoso paisaje que rodea a la gran fortaleza de los Chillaos. Quizás acompañado por ahí por los revoloteos de un halcón o un colibrí.
 
Todo parece ideal para el desarrollo turístico de Amazonas y de los pueblos que rodean Kuelap, pero, ¿el teleférico es una solución para el desarrollo que tanto ansiamos? Creo sinceramente que este proyecto de teleférico POR SÍ SOLO no es la solución, pero es un impulso y  gran avance; y para articularlo al desarrollo turístico, expongo a continuación algunas propuestas complementarias para potenciar este proyecto y obviamente el turismo en Amazonas:
 
1.       Se necesita con urgencia implementar vuelos hacia Amazonas, bien sea directos o vuelos de enlace, para ello se tiene que viabilizar los aeropuertos de Chachapoyas o El Valor. De nada serviría un teleférico si es que nuestros aeropuertos no reciben a diario vuelos comerciales que transporten turistas a visitar Kuelap y otros sitios turísticos.
2.       Es de suma necesidad tener una carretera viable y asfaltada hacia El Tingo que potencien al teleférico , además mejorar las carreteras hacia otros centros turísticos porque los visitantes dispondrán de mayor tiempo para poder conocer otros recursos turísticos amazonenses.
3.       Los pueblos de María, Longuita y Choctamal no pueden quedar excluidos por este proyecto; por el contrario es necesario tener un Plan de Contingencia a nivel social, económico, turístico y vial para que se integren dentro de los beneficios socioeconómicos; para ello se tiene que construir  carreteras adecuadas, promocionar sus manifestaciones culturales, incluirlos dentro de paquetes turísticos, bonos económicos comunitarios obtenidos del teleférico y otros beneficios de integración.
4.       En el ámbito del Gobierno Regional y Locales se tienen que elaborar un Plan Consensuado de Desarrollo Turístico que incluya análisis de beneficios y posibles efectos negativos que traería el teleférico. Se tiene que hacer un análisis FODA tomando en cuenta la realidad turística a nivel regional y local.
5.       Para realizar la actividad anterior es necesario un equipo de profesionales y técnicos idóneos y conocedores de la realidad socioeconómica, turística, arqueológica y cultural de los pueblos amazonenses que poseen atractivos ecoturísticos.
6.       La DIRCETUR tiene que convertirse en un órgano estratégico en el desarrollo turístico y no solo ser un ente administrativo y organizador de festividades. Se tiene que fortalecer a esta institución ampliando su presupuesto y relacionando con entidades privadas a través de convenios interinstitucionales de apoyo económico y difusión. Ello permitirá potenciar otros circuitos turísticos asociados al Teleférico Kuelap.
7.   El Gobierno Regional y los locales tienen que poseer planes de promoción turística, con el asesoramiento técnico de la DIRCETUR. Hay que “vender el producto: Kuelap y su Teleférico, implementando y coordinando estrategias de promoción a nivel nacional e internacional con el apoyo del Estado peruano a través de sus embajadas.
8.       Capacitación, educación, investigación, conservación e inversión son los temas claves para el desarrollo turístico. Los estudiantes y guías turísticos de Amazonas deben estar plenamente informados de la cultura que construyó o se desarrolló a los alrededores de Kuelap u otro espacio cultural, para ello se necesita rigurosas investigaciones apoyadas desde el gobierno central y subnacionales, acompañados de proyectos de conservación y sostenibilidad de recursos ecoturísticos. Con inversión del Estado y el sector privado.
Esperemos que el Teleférico a Kuelap sea el puntal de inicio de un verdadero desarrollo turístico en Amazonas y el potenciamiento de las instituciones relacionadas con el turismo y la cultura. Pero sobretodo estemos vigilantes y atentos a que las autoridades no se “queden dormidos en sus laureles” y articulen procesos, propuestas y proyectos regionales y locales para potenciar el Teleférico a Kuelap, no esperemos que se convierta en un “gran elefante blanco”. Debemos aprovecharlo a lo máximo en todos sus sentidos. Las propuestas que acompaño al presente artículo es un gran desafío para nosotros los amazonenses y sus autoridades.
¡Kuelap, Carajía, Gocta; sus Purunmachos y Solpeculebras, siguen esperando en sus aposentos míticos que nosotros despertemos!

sábado, 1 de agosto de 2015

Carta Abierta al Ministerio de Educación y al Gobierno Regional de Amazonas
 
A PROPÓSITO DEL COAR: LOS CENTRALISMOS
NOS SON BUENOS, NUNCA HAN SIDO BUENOS
 
La descentralización educativa en el país todavía sigue siendo un reto a cumplir por el Estado, un reto grande que involucra el cambio sistémico, y que tiene que ir acompañado por una revolución a nivel estructural, llámese mejoramiento de servicios básicos, disminución de la pobreza, alumnos mejor alimentados, combate a la anemia y desnutrición, capacitación constante y mejores sueldos a maestros, infraestructura básica adecuada, entre otros.
Lamentablemente por generaciones la educación ha sido centralista, en Lima o las capitales departamentales se ha concentrado el apoyo mayoritario de la inversión educativa, conllevando a reformas que han marcado el desarrollo del país, cambios muchas veces negativos como las migraciones del campo a la ciudad, haciendo que las grandes urbes y capitales departamentales se conviertan en centros de aglutinamiento social, trayendo como consecuencias ya conocidas: delincuencia, pobreza, hacinamiento; en suma pésima calidad de vida.
Los centralismos nunca han sido buenos y eso lo dice la historia de nuestro país en los últimos 80 años, por tanto la descentralización efectiva sigue siendo todavía una esperanza para el desarrollo de los pueblos más alejados y excluidos. Los centralismos no solamente se dan desde Lima, sino también desde las capitales departamentales, a manera de pequeños “cacicazgos” donde predomina la centralización burocrática de las instituciones estatales.
Los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) han sido creados para la promoción del talento de los estudiantes de 3ro, 4to y 5to de nivel secundario de las escuelas públicas, aplicando elevados estándares de calidad nacional e internacional, lo cual les permitirá fortalecer su potencial académico, artístico y deportivo. Es una “apuesta educativa” sumamente necesaria y prioritaria, sobre todo en aquellos lugares donde los niveles educativos son deficientes. El Estado apuesta por una educación “de primera” e invierte de esa manera en el futuro del país.
En nuestro Amazonas se está proyectando construir un COAR, y por antonomasia está se tendría que edificar en la capital departamental, pero en Chachapoyas no existen terrenos adecuados y amplios para esa construcción; Chachapoyas ha crecido mucho y ya no puede crecer más por su propia configuración geomorfológica. El valle del Jucusbamba, un valle amplio y plano donde se ubica Luya y Lamud, podría ser un espacio adecuado para la construcción del Colegio de Alto Rendimiento. Es más, la Institución Educativa Ramón Castilla de Luya, ha ofrecido un terreno con todas las características adecuadas estructurales y funcionales para la construcción del COAR, y también en la zona del bajo Utcubamba (ciudades de Bagua Grande y Bagua Capital) se han hecho ofrecimientos de terrenos.
¿Por qué no se puede construir en estas zonas que ofrecen mejores condiciones para este COAR?  Todavía seguimos pensando en el centralismo, un mal que nos carcome generacionalmente a expensas del olvido y exclusión de los otros pueblos. Un mal que lo “hemos copiado” de la gran capital: Lima. Si en Chachapoyas no existen las condiciones para la construcción del COAR, pues dejemos de lado el “chip centralista regional”, y pongamos en valor la descentralización potenciando a las otras provincias. Nunca seremos un departamento desarrollado si seguimos pensando centralistamente como “acaparadores” de todas las instituciones estatales.
Señores autoridades regionales y del Ministerio de Educación, en Luya fácilmente se podría construir este Colegio de Alto Rendimiento, y aquí van algunas razones justificadas para llevar a cabo este proyecto:
1.       Existe un terreno amplio, con todas las características necesarias para la edificación del COAR ofrecida en los terrenos amplios de la Institución Educativa Ramón Castilla de Luya (107,700 m2 de en el lugar denominado El Convento). Se propone donar en uso 40,000 m2 (4 hectáreas) para la construcción de dicho Colegio.
2.       El terreno a donar es plano, de fácil acceso, incluso cuenta con red de agua potable y desagüe; a pocos metros está ubicada una sub estación de energía eléctrica que permitirá contar con conexión eléctrica trifásica.
3.       Las ciudades de Luya y Lamud, y la provincia en general, cuentan con todas las condiciones y la voluntad política de sus autoridades para apoyar este proyecto de infraestructura educativa.
4.       La provincia de Luya es cuna de una gran civilización, la cultura de los “Luya y Chillaos”, constructores de Kuelap, Carajía o el Vilaya; por tanto simbólicamente este colegio se estaría asentado en una provincia que ha logrado desarrollar altos conocimientos de una civilización que hoy es admirada a nivel nacional e internacional.
5.       Luya y Lamud están cercanos a la capital Chachapoyas, y a la ciudades de la parte norte del departamento. Posee vías de comunicación accesibles, y se suma a ello el futuro proyecto de asfaltado de la vía Cáclic-Luya-Lamud.
6.       La provincia de Luya cuenta con uno de los más altos índices de pobreza, 66.32% según el INEI 2009. Por tanto es necesario el potenciamiento estructural de esta provincia empezando por sus niveles educativos.
7.       La construcción del COAR en Luya fortalecería el proceso de descentralización departamental, convirtiéndose en un modelo y experiencia positiva a nivel nacional. Permitiría el desarrollo de una provincia con altos potenciales turísticos, ecológicos y agropecuarios y que lamentablemente hoy se encuentra sumida en la exclusión y olvido.
8.       Permitiría el descongestionamiento burocrático de las instituciones estatales, en este caso a nivel educativo. Conllevando a que se descentralice efectivamente uno de los pilares básicos para el desarrollo humano y amazonense: la educación.
En esta carta no quiero crear resentimientos ni divisionismos, al contrario busco unificar y potenciar la necesaria educación descentralizada, en base al desarrollo integral y potenciamiento de ciudades y pueblos excluidos por generaciones. Esperemos que este Colegio de Alto Rendimiento, sea el inició del desarrollo integral y articulado de Amazonas por medio de una educación descentralizada. Es el anhelo de tod@s los amazonenses.
Elmer Antonio Torrejón Pizarro
DNI: 10166020
Ciudadano Amazonense
CON LA NATURALEZA NO SE IMPROVISA, ¡SE PLANIFICA!

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro

Los rituales cosmovisonarios de las época pre inca e inca, o de nuestros propios Luya - Chillaos, Chachapoyas o de una comunidad actual de la amazonia; siempre se caracterizaron por ser manifestaciones de alto culto y respeto a su naturaleza. Nomás veamos una pictografía de Chanque en Lamud o la práctica agrícola de un ciudadano Awajún, y resaltaremos esa reciprocidad, horizontalidad y conservación que siempre han tenido con los elementos bióticos y abióticos de su ecología.
¿Qué hemos aprendido nosotros de estas prácticas de conservación? Pues casi nada, al contrario tratamos de arrinconarlo y aniquilarlo como prácticas propias de pueblos incivilizados. Las consecuencias de esta “exclusión” de conocimientos, lo vemos hoy: carreteras colapsadas que se tiñen de sangre por muertes innecesarias.
Vuelo sobre un halcón amazonense e imagino los acantilados que rodean la carretera Fernando Belaunde, con árboles que impiden los huaycos, derrumbes y “bajadas de cerros”, muy bien sembrados como lo hicieron los antiguos Chillaos, Chachapoyas o Baguan. Me imagino sus caminos que trasladan productos, por senderos rodeados de árboles o montes que evitan derrumbes. El vuelo del halcón me permite imaginar al amazonense, respetando a la naturaleza, con prácticas diversas que permiten su conservación, como en tiempo de los ancestros. El mismo halcón muestra a nuestros pobladores, cual Awajún o Wampis, hacen uso de diversas actividades animistas que permiten la conservación de sus bosques.
Lamentablemente la realidad no es está. Ese halcón resulta ser un ómnibus atrapado con pasajeros entre dos corrientes de agua, barro y piedras, poniendo al límite la vida de personas; y esos planificadores no son pues nuestros Chillaos o Chachapoyas, son autoridades y empresas que no cuentan con planes de contingencia ante la naturaleza, que a manera de “venganza”, descarga su ira contra esta “civilización” que destruye árboles, bosques, animales, y contamina el aire y agua.
Es inaudito el comportamiento de las autoridades regionales y la empresa encargada de dar sostenibilidad a esta carretera. Se culpan entre sí por esta caótica situación, pero no se miran en un espejo para darse cuenta que no tienen ninguna planificación para prever y solucionar esta problemática, a través de una adecuada red vial departamental. Tanto es la ineficiencia e ineficacia, que ha cobrado la muerte de casi una decena de amazonenses.
Es en este momento crítico, donde se debe tener el accionar planificado de un aparato regional, conformado por entidades públicas y privadas, pero lastimosamente esa organización no existe. Necesitamos en Amazonas un equipo multisectorial y multidisciplinario, que planifiquen y construyan “planes de contingencia” para hacer frente a estas situaciones provocadas por la naturaleza, así:
1.       Elaborar un proyecto vial alternativo a la actual carretera Fernando Belaunde, que evite el tránsito por espacios vulnerables a huaycos y derrumbes, y enlace más pueblos. Me imagino una carretera por Lonya Grande, Ocallí, Camporredondo, Huaylla Belen, Luya, Chachapoyas, y de allí hacia la selva. Por otro lado impulsar y gestionar vuelos comerciales a Chachapoyas para dar solución en parte la incomunicación existente, para ello necesitamos un gobierno fuerte, capacitado e influyente para gestiones de este tipo.
2.       Un plan ambicioso de reforestación en zonas vulnerables. Vislumbro sembrar plantas nativas en la ladera de los cerros, que impidan de esa manera la lixiviación, erosión y degradación de los suelos, conllevando a evitar huaycos y derrumbes con consecuencias fatales.
3.       Un proyecto de recuperación de conocimientos de conservación. A través de estudios e investigaciones regionales de nuestras culturas ancestrales y actuales como los Awajún. A través de la arqueología y antropología, conocer esas prácticas que han permitido, y aun permiten la conservación de la ecología y aplicarlas a la realidad.
4.       Un plan educativo regional de enseñanza para la conservación, sostenibilidad y respeto por la ecología. Además enseñar a los niños y jóvenes amazonenses, cursos de planificación y prevención ante desastres ecológicos y humanos.
5.       Planes de contingencia regional a nivel de abastecimiento de productos. Propongo grandes almacenes en las provincias, al mismo estilo de Wuanglic, donde exista reserva de productos no perecibles que permitan dar alimento, vestido, techo y medicinas a ciudadanos que hayan sufrido las inclemencias de la naturaleza. Será también una manera de evitar la especulación, carencia y encarecimiento de productos.
6.       Finalmente, y de suma necesidad, imagino a un equipo de autoridades comprometidas con los derechos ciudadanos, trabajando en base a un sistema planificado de prevención y acción ante los desastres. Me imagino a estas autoridades en la cancha, “dando la cara”, velando por intereses colectivos y no particulares.
Con la naturaleza no se improvisa señores, más aun en estos tiempos en que vivimos problemas de calentamiento global, debido a que cada segundo destruimos el hogar natural que nos rodea. Con la naturaleza se planifica, bajo un enfoque de reciprocidad: “si yo humano necesito de ti árbol, la madera y tus frutos; yo árbol necesito de ti humano que me siembres para seguir viviendo y dándote madera, alimentos y oxigeno”. Un simple razonamiento que todo ciudadano tiene el deber de cumplir; por el bien de nuestro mundo, por el bien de Amazonas. No más carreteras destruidas, no más muertos. Señores autoridades, sean buenos guías en este largo sendero de huaycos y derrumbes.
EL PEOR CONGRESO QUE SE HAYA TENIDO

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro

Hace días el Congresista Fredy Otárola sufrió la agresión (llámese un puñetazo) de un taxista debido al choque de sus vehículos, las causas están en investigación. La semana pasada el Congresista Alejandro Yovera, un partidario fujimorista que luego se convirtió estratégicamente en aliado del gobierno, fue desaforado por problemas con la justicia y su accesitaria Karina Beteta es investigada por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Claro no todos tienen la misma corona, porque los vínculos y lazos que unen la filiación “otoronga” encubren los problemas judiciales de congresistas como Cecilia Chacón, del congresista de las fotocopiadoras (Julio Gago) o el parlamentario que no paga los impuestos de sus colegios (Casio Huaire), eso para poner algunos ejemplos y no mencionar otros casos conocidos hasta el hartazgo.
Por una radio amazonense, escucho al Congresista Becerril que irá a la reelección, y que su principal motivo por la cual quiere seguir “calentando” su curul en el parlamento, ¡vaya ironía fundamental!, es haber tenido presencia sistemática en los medios de comunicación. Escuchar este motivo reeleccionista, me sacó de las casillas y por un momento creí que estaba escuchando a un mediático de la “fauna” farandulera; y no necesariamente a un personaje que debería ser un Político.
Es tan lamentable la situación política del país, que ahora los Congresistas se quieren ir a la reelección, NO por algo positivo o un logro importante que hayan realizado en favor de su departamento que los eligió; sino, su sentido reeleccionista se mide por el número de veces que apareció en la televisión o la radio. Ahora, si sus apariciones en los medios de comunicación tendrían un objetivo informativo, educativo, político o luchando por los intereses de su región, se aplaudiría por ello; pero aparecer en los medios para insultarse, exacerbarse, ridiculizarse, mofarse, etc; eso sí que simboliza la paupérrima situación de un Congreso peruano que avergüenza y destruye el sentido de la política.
Cómo puede un congresista  ansiar la reelección tan solo por el hecho de que se le observa en la televisión o escucha en la radio peleando o lanzando improperios; ¿qué mal estamos pagando los peruanos para tener representantes obsoletos y nefastos para la POLÍTICA,  y quieren nuevamente representarnos?  Escucho a este congresista y pienso del daño que hacen estos personajes a la política y las “instituciones democráticas”, bajo la anuencia y venia de una población que vive bajo los efectos del “opio” de una sociedad de farándula, que se carcome cada día bajo los síntomas noticiosos de las carteras, chocolates y zapatos de Nadine, o los debates superfluos sobre violaciones, asesinatos, sicariatos de conductores televisivos que complementan su “análisis” con el trasero de Tilsa o la vida de las “mentes brillantes” de Esto es Guerra o Combate.
Este debe ser “el peor Congreso” de nuestra historia, y no es para menos, ya que la encuesta IPSOS le sitúa con el 83% de desaprobación, y es la institución que lidera el rechazo de los ciudadanos. Bueno, si existen congresistas que quieren reelegirse tan solo por el hecho de salir mediáticamente en los medios de comunicación; un argumento banal, grotesco y hasta insultante; es un indicador que este Congreso ha pisado fondo, enlodándose con la cloaca mal oliente de una política peruana que ha perdido su verdadero sentido primigenio: servir al pueblo.
¡Esta es nuestra triste realidad, a esto hemos llegado! Como se extraña los DEBATES alturados y propositivos, equiparados a una cátedra universitaria, de diputados o senadores de antaño, donde era gustoso y provechoso escuchar sus análisis y propuestas. Hoy en cambio el debate ha sido dejado de lado, la POLÍTICA es la que menos se practica en el parlamento actual. A los actuales congresistas no les importa esta situación, les conviene seguir manteniendo este “statu quo” de mediocridad, al final ello asegurará su reelección. Pobre la política peruana… ¡nosotros el pueblo a seguir soportándolos!
ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO UN PERÚ ECOLÓGICO

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro

El Perú ha sido bendecido con ingentes recursos ecológicos y es hoy considerado como uno de los países con mayor biodiversidad y ecosistemas en el planeta. Su geografía permite la presencia de diversos microclimas tanto es así que de las 117 zonas de vida reconocidas en el mundo, 84 se encuentran en el Perú, donde albergan aproximadamente 25 000 especies de flora y 5 000 de fauna; muchas de ellas en extinción como la uña de gato, el mono de cola amarilla o el oso de anteojos. Sus cordilleras y bosques de neblina, producen agua que discurre a través de ríos y sostiene a poblaciones enteras que necesitan de los ríos para cultivar sus chacras, producir energía, criar animales, pescar; en suma, vivir.
El reto del país es su futuro desarrollo humano y crecimiento económico, acompañado del respeto, conservación, puesta en valor y potenciamiento de su medio ambiente. Ese desarrollo y crecimiento tiene que correr paralelamente  con la conservación de nuestra ecología, y desde el Estado hay que seguir realizando los esfuerzos necesarios para llegar al bicentenario siendo un modelo de país ecológico.
El planeta está agonizando, la contaminación y deforestación sus principales causantes. Según la ONG ambientalista Greenpeace, cada dos segundos se destruye una superficie de bosque primario equivalente a un campo de futbol y cada año se pierde una superficie de bosque equivalente al tamaño de Portugal (90 mil kilómetros cuadrados). En el Perú se destruye anualmente 250 mil hectáreas de bosques, sin valorar su importancia en la producción de oxígeno, agua y alimentos, reguladores del clima y desastres naturales; proporcionan madera, papel y medicinas,  controlan la contaminación, son el hábitat de animales y plantas; y sobretodo, es el “hogar” de comunidades nativas que dependen directamente de estos recursos para su sobrevivencia.
El cambio climático cada día afecta la convivencia humana, los países que más sufren los estragos son justamente aquellos con alta biodiversidad y zonas de vida diversa como el Perú. Por ello es necesario que el Estado implemente y fortalezca políticas para hacer frente a esta problemática. Existen diversas acciones para contrarrestar esta situación, y entre ellas está la expansión de áreas naturales protegidas, la formalización de los territorios indígenas y el derecho a la consulta, la capacitación permanente en materia de protección y conservación; y una nueva y ágil institucionalidad nacional y regional de conservación de bosques, en el actual momento de boom extractivo que vive el país, para contrarrestar la informalidad y conflictos sociales.
En las últimas dos décadas el Estado peruano ha dado un gran paso al conceder propiedad legal de aproximadamente 6 400 millones de hectáreas de bosques a las comunidades indígenas, pero no es suficiente. Este accionar tiene su lógica racional porque son justamente estas comunidades las que históricamente han sido los conservadores del lugar donde viven, de sus bosques, de su ecología. Basado en sus cosmovisiones y prácticas ancestrales, han mantenido el respeto y valor por esos árboles, animales o ríos que les proporcionan alimento, vivienda, vestimenta y salud. Un paradigma a replicar en  las poblaciones urbanas que desde hace buen tiempo rompió el circuito armónico con su naturaleza.
Para el Perú y sus instituciones existe un gran reto llamado articulación, y consiste justamente en fortalecer los lazos entre organismos públicos y privados, a través de acciones conjuntas y transversales para abordar el tema climático, ecológico y medioambiental haciendo que las familias y comunidades de la amazonia, el ande o la costa, sean los principales impulsores de la conservación y puesta en valor de sus recursos ecológicos y medio ambientales.
Cada familia, cada comunidad, el Estado pleno; deben estar conscientes de la importancia que tiene el medio ambiente donde conviven, y tomar las medidas necesarias para que el cambio climático afecte en lo menos posible sus actividades. Los próximos años serán determinantes para el rumbo del planeta en materia medioambiental, y el Perú con todo su potencial ecológico, no puede estar exento de las acciones que se están desarrollando. Por ello es ineludible fortalecer desde las políticas públicas, la implementación de acciones referidas a la conservación y no contaminación, y son las familias y comunidades el núcleo primordial desde donde deben partir estas acciones. Un reto necesario para el Estado peruano, sus políticas y nosotros sus ciudadanos.

AMAZONÍA: EL ROSTRO DE TU OLVIDO ES LA DESNUTRICIÓN Y ANEMIA
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro

 
La historia del Perú ha sido marcada por las paradojas y hemos transitado entre múltiples “boom´s” como del guano, salitre, caucho, anchoveta, petróleo, gas, entre otros; y lamentablemente muy poco se los supo aprovechar. La Amazonía peruana, es una de esas regiones con múltiples recursos naturales y diversas culturas; potenciales que resultarían un instrumento clave para el desarrollo de esta región históricamente desplazada. Todavía en nuestra Amazonía hay muchos retos encaminados, como por ejemplo ampliar y mejorar la cobertura de los servicios de salud, nutrición y educación, en una zona donde las dificultades de acceso a sus comunidades son muy marcadas.
El rostro de la pobreza en esta región se materializa en los inadecuados y limitados que resultan ser estos servicios. Tan solo ver a un niño o niña de la selva caminando o en su bote, trasladándose a su escuela muy temprano en un viaje de dos horas, bajo la lluvia o un sol inclemente, con su estómago hinchado y el rostro pálido, síntomas de desnutrición y anemia; tan solo este hecho, nos indica que la Amazonía necesita ser vista con “otros ojos”, con otras estrategias. La intervención del Estado en esta región tiene que priorizar la articulación, bajo un enfoque intercultural, donde el diálogo horizontal entre sectores y comunidades permita el alivio de sus diversas problemáticas.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la desnutrición contribuye con la muerte de 2,6 millones de niños menores de 5 años, un tercio del total global. La última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) referida a la desnutrición, presenta resultados auspiciosos y tendencias descendientes de esta problemática a nivel nacional (se pasó de 17.5% en el 2013 a 14.6% el 2014), pero lamentablemente en regiones de la selva como Amazonas, San Martín o Ucayali la desnutrición aumentó en menores de 5 años; por ejemplo, en el departamento de Amazonas la cifra ha aumentado 3.7 puntos porcentuales pasando de 27.1% en el 2013 a 30.8% el 2014, una situación muy preocupante que debería llamar la atención efectiva de las autoridades nacionales, regionales y locales.
Si nos referimos al problema de la anemia en niños de 36 meses a 6 años en regiones amazónicas, la situación es más crítica porque departamentos como Amazonas, Junín, Loreto, Madre de Dios, San Martín o Ucayali presentan un promedio de anemia del 60%, muy superior al promedio nacional que alcanza el 46.8%. En Amazonas la anemia el 2011 era de 41.7% y esta cifra se incrementó al 60% aproximadamente el 2014, donde los principales afectados son los niños y niñas de las comunidades nativas y campesinas del departamento.
En lo concerniente a la educación, la última Evaluación Censal de Estudiantes del Ministerio de Educación realizada a niños y niñas de segundo grado de primaria, muestra resultados auspiciosos para regiones amazónicas. En Amazonas, Madre de Dios o San Martín el nivel de comprensión lectora ha mejorado para el 2014 en 12.3 puntos porcentuales en promedio si se tiene en cuenta el año anterior; aunque todavía en casi todos estos departamentos el nivel de comprensión lectora está por debajo del promedio nacional que es 43.5%. Sobre los niveles de logro en matemática el Censo indica que en Amazonas y Madre de Dios existieron avances auspiciosos. En Amazonas se mejoró 11.3 puntos porcentuales pasando de 23.8% en el 2013 a 35.1% el año pasado; y en Madre de Dios se mejoró 11.7 puntos porcentuales. Tanto en comprensión lectora y matemáticas dos departamentos amazónicos (Loreto y Ucayali) cuentan con los peores indicadores educativos.
Como se observa hay grandes desafíos y brechas que cumplir y cerrar para un sostenible desarrollo amazónico, todavía sus departamentos están sumergidos en el olvido. Es de suma necesidad no desmayar en los esfuerzos para contribuir a mejorar la nutrición y educación. Nuestro departamento es todavía una de las tres regiones más pobres del país y el actual Gobierno Regional, en lugar de desperdiciar el tiempo en contratos “ensombrecido de irregularidades” y el “pago” de favores políticos a sus seguidores “limitadamente preparados” para gestionar; deberían dedicarse a construir y fortalecer estrategias de intervención a nivel de salud, educación y seguridad alimentaria de esos niños y niñas de Condorcanqui, Cruz Pata o La Jalca que conviven cada día con la anemia y  desnutrición. Allí un gran desafío para usted señor Presidente Gilmer Horna, su origen de cuna humilde, será un aliciente para que no desaproveche el tiempo y priorice la solución de estas problemáticas. Amazonas y sus niñ@s se los agradecerán.