lunes, 24 de febrero de 2014


GRANDES HIDROELECTRICAS: EXPERIENCIAS NO TAN GRATAS EN AMÉRICA

 Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
 
Hace un par de meses escribí un análisis sobre el Proyecto Hidroeléctrico Chadin 2 que respondía a la visión de desarrollo de un país grande como el Brasil y donde demandaba diálogo y participación democrática de los involucrados para conocer los impactos sociales, ecológicos, económicos, climáticos, etc. Revisando literatura sobre hidroeléctricas en América, me encuentro que en los últimos años y décadas, se han promovido grandes represas para paliar la demanda de energía y agua.
 
Aproximadamente existen más de trescientos proyectos de este tipo en nuestra América, la mayoría construidas sin procesos que respeten la sostenibilidad ambiental y garanticen la participación pública de los involucrados. Ello ha conllevado que se produzcan serios impactos negativos a nivel ambiental y sobre los derechos humanos de las personas y comunidades.
 
En la Cuenca del Marañón se está proyectando construir una veintena de represas para usos energéticos principalmente; y en Amazonas específicamente, se busca construir hidroeléctricas como Chadin 2, Cumba, Rentema, entre otros. Las organizaciones e instituciones que apoyan estos proyectos como el gobierno Regional de Amazonas y Odebrecht, anuncian en todos los medios, con millonaria publicidad (incluyen comerciales radiales de niños dialogando sobre las “bondades” de estos proyectos) los impactos positivos; más no los impactos negativos de la puesta en marcha de estos proyectos. Veamos las experiencias*.
 
1.         Yacyretá: Proyecto binacional entre Argentina y Paraguay de los años 80 sobre el río Paraná con 3,200 MW de capacidad. Desde su inicio el Banco mundial y el BID ya habían identificado los daños sociales y ambientales que afectó gravemente a miles de personas, y las medidas de compensación y mitigación todavía están pendientes. A pesar de ello, los gobiernos buscan ampliar el nivel de la represa.
 
2.         Río Madeira: Ubicado entre Bolivia y Brasil con 3,300 MW de capacidad. Contempla varias hidroeléctricas a implementarse sobre comunidades indígenas y campesinas vulnerables. Proyecto dentro de la Iniciativa de Integración de Infraestructura Regional de Sur América (IIRSA).
 
3.         Baba: Proyecto ubicado en el Ecuador entre los ríos Baba y Toachi con una capacidad de 42 MW. La Corte Constitucional de este país ha pedido revisar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) debido a las graves fallas y la falta de consulta e información apropiada con las comunidades afectadas. Lamentablemente el proyecto continúa.
 
4.         Chan-75: Este proyecto se está desarrollando en Panamá dentro de los territorios de las comunidades indígenas Ngöbe. Ubicada sobre el río Changuinola y con una capacidad de 223 MW. Las comunidades indígenas no han sido consultadas ni informadas apropiadamente; más aún, el proyecto afectará al Parque Binacional La Amistad declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO debido a su biodiversidad.
 
5.         La Parota: Proyecto ubicado en México que se ubica sobre el río Papagayo y con una capacidad de 900 MW. Serán afectadas comunidades indígenas y campesinas en un total de 25,000 personas. Proyecto con fallas en los procesos de consulta, EIA y posibles riesgos sísmicos. El gobierno mexicano ha suspendido la construcción del proyecto por la presión popular y acciones legales de las comunidades.
 
Son cinco experiencias de grandes represas hidroeléctricas que afectan a comunidades campesinas, nativas y el sistema ecológico de los espacios donde se están desarrollando. Grandes proyectos que al igual que en el Marañón, tienen y tendrán los siguientes impactos negativos, y que lamentablemente eso no se informa y la población muy poco la conoce:

·           La calidad y salubridad del agua empeorará tanto río arriba como río abajo ya que se modificará artificialmente las cuencas hidrográficas, bloqueando el curso natural.
 
·           Se degradarán los ecosistemas acuáticos y conllevará impactos a la biodiversidad; por ejemplo, se afectará la migración de los peces y animales terrestres. También se deforestará grandes hectáreas de bosques y la pérdida de sus elementos bióticos y abióticos.
 
·           A nivel climático aumentará la emisión de gases invernadero causados por la descomposición de materia orgánica inundada por la obra e impacto en la seguridad y productividad de las represas por cambios drásticos en precipitaciones y sequías.
 
·           Efectos sísmicos pueden producir alta presión del agua del embalse o derrumbes, reactivando las fallas geológicas a los alrededores del proyecto.
 
 
·           Se afecta los derechos de las personas de comunidades campesinas y nativas. Derechos consagrados en el marco jurídico de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. En su mayoría estos proyectos desconocen las normas del derecho internacional ambiental y los derechos humanos.

·           Represar agua afecta directamente a la salud produciendo enfermedades debido a la acumulación de sedimentos tóxicos, transmisión de enfermedades como dengue o malaria por agua acumulada e insectos.
 
·           Se pierde las fuentes de alimentación y formas de vida tradicionales porque los peces migrarán o desaparecerán; la biomasa animal migra y desaparece en muchos casos en las zonas afectadas, la agricultura de la zona se desplaza; en suma, se modifica la vida a los alrededores del proyecto.
 
·           Otro impacto son los desplazamientos forzados de personas y comunidades enteras, vulnerando sus derechos humanos a la libre circulación, propiedad, vivienda y fuentes de alimentación.
 
·           Implementación de manera inadecuada de las evaluaciones de impacto ambiental y social de manera integral, que limita la identificación, análisis y posteriormente reducción y eliminación de posibles daños ambientales y sociales.
 
·           En estos proyectos lamentablemente, no se permite a las comunidades afectadas la oportunidad de participar activamente, de manera real y objetiva; es decir, no hay o es limitada la consulta y participación pública. Muchos de los pobladores y comunidades afectadas, no tienen conocimiento de estos proyectos o es limitado el acceso a la información. Estas acciones negativas, son estrategias de las empresas constructoras y gobiernos involucrados, pero están estas instituciones para prácticas “asistencialistas” con regalos y dádivas a la población como una manera de “esconder” los impactos negativos y solicitar la “aceptabilidad” social.
 
·           También durante la construcción de las represas, se asentarán cientos de trabajadores que generarán depredación de bosques y contaminación, como también negocios ilegales alrededor de la zona como la minería ilegal, prostitución y trata de personas. Más aun, se podría producir “criminalización de la protesta social”, debido al hostigamiento o procesos judiciales contra los pobladores que protestan o reclaman la violación de sus derechos y la destrucción sistemática de su ecología.
 
Como observamos, este artículo intenta mostrar la “otra cara de la moneda”, aquella cara que no tiene publicidad millonaria, ni apoyo de las autoridades nacionales o regionales. Cara que muy poco es conocida por la población y sus comunidades afectadas, o que intencionalmente no se les quiere hacer conocer. La construcción de hidroeléctricas quizás no sean negativas si son económicamente viables, socialmente aceptables y; cultural y ecológicamente sostenibles; o que respondan a la visión del de desarrollo del país y nuestros departamentos. Lamentablemente esto no ocurre, según las experiencias analizadas.
 
Menos mal que las grandes represas no son las únicas opciones para atender la demanda de energía ya que existen múltiples alternativas para la producción de energía de manera viable, aceptable y sostenible como el uso eficiente de energía en hogares, empresas e industrias; uso de energías renovables como la energía solar, eólica, geotérmica o pequeñas hidroeléctricas.
 
Los amazonenses ya estamos advertidos, y tenemos otras alternativas para conocer los impactos de las hidroeléctricas. Igual que en mi artículo anterior, solicito Debate Regional, donde participen los pobladores y comunidades afectadas principalmente, y toda la población amazonense para conocer estos megaproyectos. No es una exigencia, es nuestro derecho como amazonenses.
 
* Para el análisis de este artículo se ha tomado como fuente primaria el informe: “Grandes Represas en América. ¿Peor el Remedio que la Enfermedad?, de Jacob Kopas y Astrid Puentes Riaño.
 

lunes, 10 de febrero de 2014

NUESTRAS AUTORIDADES Y LA MUERTE NO ESCLARECIDA DEL VICEPRESIDENTE REGIONAL

 Por: Rudecindo Vega Carreazo

 
Hace un año, en la ciudad de Bagua fue asesinado en su consultorio médico el Vicepresidente Regional de Amazonas Augusto Wong, meses después fue capturado y sentenciado a 6 años como culpable un de menor de 16 años. Nada se sabe, hasta hoy, a pesar de los múltiples pedidos, de los autores intelectuales. Se encuentra detenido el Alcalde de Cajaruro, involucrado en el tema, pero la investigación del caso no da cuenta de nada. En Amazonas, circulan diferentes versiones de los motivos y de los supuestos autores intelectuales, todas con un común denominador: los motivos fueron políticos y los que están involucrados serían altos políticos de la región.
 
Lo peor que le puede ocurrir a nuestro departamento es que esas versiones se conviertan en certezas populares. Más aún, en un departamento en que se mato, el mismo primer trimestre del 2013 a otros 2 Alcaldes Distritales: Wilder Cieza de mi pueblo Camporredondo   y Jorge Arista de Cochamal y a un funcionario municipal de Cajaruro. Si las autoridades, no tienen seguridad imagínense lo que ocurre con los ciudadanos de pie.
 
Esa sensación de inseguridad e impunidad se vuelve terrible cuando la gente sospecha que los autores intelectuales son gente del entorno político de las autoridades asesinadas. Como confiar en autoridades de las cuales se tiene  las peores sospechas. Injusto si son sospechas infundadas pero como se quita ese pensar de la gente si no hay investigaciones y las autoridades involucradas no hacen nada para esclarecerlas.
 
Como lo escribí en su momento, no conocí, salvo de oídas al Vicepresidente Regional, pero su asesinato como la de los Alcaldes Distritales no puede quedar impune, es el peor mensaje para nuestra tierra. No dejemos que Amazonas se nos pierda en la inseguridad y en la impunidad. Es decir en manos de delincuentes de cartera y de cuello y corbata.
 
En noviembre,  conversando con varios amazonenses, en el Foro sobre Seguridad Ciudadana realizado por la Universidad Alas Peruanas en Chachapoyas, me dejaron helado cuando me preguntaron “¿Se imagina doctor, quienes querrán ser autoridades en las próximas elecciones municipales y regionales, los inocentes y honestos seguro que no, serán los delincuentes?”. Estoy seguro que no, que los amazonenses no dejaremos que Amazonas, se nos pierda.
 
Lamento escribir, que la demostrada incapacidad, alimentada de indiferencia e incrementada por la insensibilidad de nuestras autoridades regionales, hace pensar,  que Amazonas carece de autoridades. Sin embargo, este año, tendremos la oportunidad de cambiarlos y, ojala, esta vez, no nos equivoquemos.
 
Hemos tenido a acusados de corrupción y otros de incapacidad comprobada. Hoy nos quedara confiar, que nuestras próximas autoridades electas este año sean diferentes y que se comprometan a esclarecer los asesinatos, metan presos a los culpables, diseñen verdaderas políticas de seguridad y desarrollo. Pero sobre todo, nos permitan recuperar a nuestro departamento.
 
Seguro que tendremos candidatos para todos los gustos, quiera Dios que las autoridades electorales detecten oportunamente a los involucrados en delitos y queden los mejores para que el ciudadano pueda elegir entre ellos. Amar Amazonas, es también, saber elegir bien.

lunes, 3 de febrero de 2014

CRÓNICA DE UN ANÁLISIS COYUNTURAL DE LA POLÍTICA AMAZONENSE
 
Por: Mirbel Epiquien Rivera
 
Bastaron tres semanas recorriendo 4 de las 7 provincias de Amazonas para poder llegar a una conclusión; no hay candidato seguro o favorito para ser el próximo Presidente de la región Amazonas. La campaña política, hasta fines del mes de enero del presente, es como una noche de verano en el cerro Shubet, es decir, más fría que raspadilla. A pesar de algunas poco estratégicas formas de “derrochar” dinero por parte de algunos desesperados candidatos, el panorama electoral en la región debe ser de las menos alentadoras del país. Pasemos a analizar esta coyuntura.
Los Candidatos
Hasta ahora los podemos clasificar en dos grupos, los que están delante del telón y los que aún no salen a las tablas. Las características, en general, de la oferta política podrían resumirse de la siguiente manera:
Oscar Altamirano; ex presidente regional que quiere repetir el plato. Tiene denuncias por corrupción que se vienen ventilando en la fiscalía y el poder judicial. Posee cierta popularidad por el recuerdo de su reciente gestión y dicen que por un “campechano” acercamiento con la gente. Aunque en el norte del departamento también se lo recuerda por su apoyo a García en el denominado “Baguazo”. Aún tiene colaboradores leales en algunos puestos del gobierno y una guerra de adjetivos con el actual presidente regional.
José Maslucán; viene haciendo un trabajo silencioso y al parecer sistemático, un estilo que le hizo ganar las elecciones congresales del año 2006. He visto su propaganda (calendarios) en manos de vendedores callejeros y bodegas en varias provincias. Aunque ya no forma parte del partido de gobierno, aún mantiene contactos provinciales y distritales, muchos de estos con cargos de confianza.
Emigdio Arteaga; agricultor y empresario de la zona de Bagua y que representa al UDA, brazo electoral de Patria Roja en Amazonas. Las pintas de su apellido en las paredes se pueden observar en distintos puntos de las vías desde Leimebamba hasta Bagua y en la cuenca del Marañón. Su nombre es poco conocido en el sur del departamento.
Gilmer Horna; empresario de diversos rubros y uno de los que más dinero está gastando en este proceso, a tal punto que la gente  especula sobre el origen de su dinero en vez de su propuesta política. Algunos precandidatos han desmentido su participación en su movimiento luego de hacerse pública una lista extraoficial, ello aunado a un conjunto de procesos judiciales en el que se habla de lavado de activos y también denuncias hacia ex trabajadores de una de sus empresas por casos de transporte de narcóticos.
Carlos Ruiz; viene por la revancha luego de su derrota en segunda vuelta con el actual presidente regional. Los rumores sobre su estado de salud sería la explicación sobre sus pausas en la dirección de su movimiento, sin embargo mantiene activos a los candidatos y colaboradores de su campaña pasada. Su apertura política y experiencia en la última campaña estarían orientadas a generar alianzas con otros movimientos regionales.
Entre los que aún se encuentran detrás del telón y esperando las condiciones apropiadas para iniciar la carrera se encontrarían Rudecindo Vega, líder de Amemos Amazonas, político y tecnócrata experimentado y cuya estrategia estaría orientada a la generación de un bloque político en vez de una atomización de candidaturas. Los otros candidatos expectantes y aún sin nombres confirmados están relacionados a partidos nacionales, es decir el fujimorismo, el APRA, Alianza para el Progreso, Perú Posible, Solidaridad Nacional, el Partido Nacionalista y Acción Popular. Las fuentes dicen que al menos 4 de estos 7 partidos vienen consolidando un candidato, con lo que tendríamos al menos 10 candidatos para una población electoral de aproximadamente 226,000 votantes. De los partidos nacionales, a decir de algunos serios analistas, el que posee más chance de llegar a segunda vuelta es el candidato fujimorista, recordemos los altos porcentajes que siempre le viene dando nuestra región al encarcelado ex presidente peruano.
El número de candidatos se podría elevar si se confirma un rumor cada vez más grande que menciona que el actual presidente regional, José Arista, estaría siendo tentado para ir a una reelección. Los banners en puentes y otras obras de infraestructura con el texto; “promesa cumplida” o las grandes pintas con su nombre y frases alusivas a una gestión exitosa se han visto en varios puntos del departamento y no serían en vano.
Los Electores
Para poder entender la realidad sociopolítica del departamento hay que hacer un ejercicio de división, para ello debemos seccionarlo en tres partes, el sector sur con las provincias de Rodríguez de Mendoza, Chachapoyas, y parte de Luya y Bongará, el sector centro con otra parte de Luya y Bongará, y las provincias de Utcubamba y Bagua, y el sector norte con la provincia de Condorcanqui y un sector de Bagua.
El sector sur está caracterizado por tener una población en su mayoría campesina y con una identidad cultural arraigada en siglos de asentamiento desde la época colonial. Esto hace que los términos guayachos, chachapoyas y chillaos tengan un contexto no sólo territorial sino temporal. Esto contrasta con el sector centro, que son poblaciones campesinas y comerciantes pero cuyas raíces nos llevan a un proceso de colonización reciente de décadas, a lo mucho de un siglo y con diversos orígenes fuera de la región. Esto a la vez contrasta con el sector norte, eminentemente indígena, de inmemorial tiempo de asentamiento en la zona premontana y de selva baja de la región.
Es evidente que los tres sectores tienen patrones de pensamiento y conducta distinta, y eso también se notará en un proceso electoral. Por ejemplo, en el sector sur hay menos pragmatismo que en el centro, y en cambio, el norte hay que lograr entender el sistema sociocultural y de reivindicaciones en sus decisiones de bloque si se quiere obtener réditos políticos. Es por ello que siempre se dice que la estrategia de campaña para el caso de Amazonas deberá tener tres frentes.
A estas alturas del partido la gente en Amazonas está decepcionada y poco entusiasta con este proceso, las esperanzas de cambio en el manejo de compadrazgos y la sensación de corrupción en la actual gestión, que prometía mejores capacidades y cuadros nuevos, ha logrado que haya una atmósfera pesimista hacia todos los candidatos. Es de esperar que la gente empiece a reaccionar y decidir en los dos últimos meses de la campaña, es decir a partir de setiembre. Cuando se vive en un país sin cultura partidaria, con ideologías ralas o ausentes y con una historia democrática entrecortada es de esperar este panorama.
Una cosa si es cierta, Amazonas tiene una población ligada a los populismos, sean estas de izquierda o derecha, he allí la muestra del apoyo masivo a propuestas como el nacionalismo (el de la primera vuelta) y el fujimorismo en las últimas campañas nacionales. Los estrategas políticos deberán pensar en esta característica cuando preparen los discursos de sus candidatos.
Las Propuestas
Debemos decir, con mucha pena, que las propuestas son casi inexistentes en esta campaña. Los movimientos que tienen algunos cuadros técnicos no tienen los recursos suficientes para difundir su agenda programática, y los movimientos que sí tienen recursos económicos no poseen los cuadros técnicos suficientes para prepararles una propuesta. Esta suerte de paradoja hace que no haya una agenda de debate sobre los principales temas de desarrollo regional, todo el debate se limita a cuantas denuncias tienen los candidatos, cómo se les puede bajar la llanta o con quienes se están juntando. Todo esto hace que las candidaturas se limiten estrictamente al plano carismático, y en el peor de los casos a gastar todo el dinero posible, si es que no hay carisma.
Hay que decir también que de existir programas estas no tendrían lineamientos ideológicos definidos, salvo el UDA, que tiene un discurso reivindicativo social de izquierda, y el fujimorismo y el APRA que hoy en día están en la misma orilla de la derecha radical. Al resto de movimientos y partidos les une un pragmatismo de escala regional y cuyas diferencias se encontrarían en las formas de ejecución, algunas ávidas por meter la uña en el presupuesto público y otras con la voluntad de realizar una gestión limpia y ordenada.
Las Tendencias
Como todos saben, en política cualquier cosa puede pasar, y especialmente en Amazonas en estos momentos no sabemos por dónde está girando la ruleta, dependerá mucho de la próxima reestructuración de los caudillismos regionales. Hay dos cosas claves, lo primero son las alianzas para la foto final y lo segundo es cómo se enfocará la estrategia de campaña para “vender” la candidatura a un electorado decepcionado, con más libertad de decisión que hace 10 ó 20 años, eminentemente rural y al mismo tiempo muy heterogéneo.
Una última reflexión; causa mucha pena que las candidaturas femeninas sean inexistentes, ello también refleja una característica de la política regional, marcada por un nivel de machismo que ojalá vaya reduciéndose en los próximos comicios.