NUESTROS HERMANOS EN GAZA: LA GUERRA QUE NO QUEREMOS VER LOS
PERUANOS
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
Muchos de
los peruanos no sabemos sobre Palestina, Gaza o Cisjordania; territorios que
actualmente están en cruentos conflictos
donde mueren cada día centenares de personas. Debido a una educación incipiente
y sumada a la "nula" difusión de información y conocimientos por
parte de los medios de comunicación, muchos de nosotros, los peruanos; no sabemos lo que está ocurriendo al otro
lado del mundo; menos sabemos que existen países y territorios con disputas
y conflictos que devienen de muchos años atrás.
La
preocupante situación en Gaza, tiene un trasfondo irracional del control geopolítico de la energía por
parte de los países poderosos, sin
importar los derechos, la libertad y la vida de los más vulnerables que son
los niños, las mujeres, los discapacitados y los ancianos. Todos estos están
siendo asesinados a mansalva por parte
de occidente y su país “títere”: Israel.
La
televisión peruana solo nos “engulle” en ver nimiedades locales de la podredumbre de farándula o algunos de
nuestros congresistas "ridiculizando"
el ambiente político con cada intervención, mientras nuestros hermanos en
Gaza, sufren el cruento dolor de perder a sus familiares por el abuso y la desproporción del poder que tienen los "pocos
dominantes". ¿Quiénes son los
terroristas?, sería la pregunta a formular, y nosotros como país, ¿qué estamos haciendo ante esta
desproporción del Homo Sapiens Sapiens (hombre sabio y sabio)?
Cómo se
puede hablar de democracias y
desarrollo, de globalización y tecnología, de paz en el mundo, cuando niños
y mujeres, derraman sangre por la crueldad y la "sagacidad" de los
que gobiernan el mundo, de los que se
hacen llamar racionales y salvadores del mundo, de los que tildan de
terroristas a aquellos que buscan su libertad y autonomía para poder salir de
la pobreza y el hambre. El mundo no
solamente es el Perú, el mundo no solamente son nuestras regiones o
localidades, el mundo somos todos ya
que nos desarrollamos a partir de una gran "pángea" (un solo
continente), que nos parió para
armonizar y desarrollarnos juntos, y no para matarnos entre nosotros
mismos.
No somos los
"occidentales pensantes y emprendedores", si seguimos callando las barbaridades que se cometen en nombre de
la paz, en nombre de políticas de intervención o en nombre de las religiones.
No somos los salvadores del mundo cuando las
pobrezas y guerras, conviven con el desarrollo de la tecnología y el
conocimiento. No somos los descendientes de Adán y Eva, cuando en nombre de
las religiones o el control energético, matamos a nuestros congéneres.
El Perú
también forma parte de una geopolítica
mundial que tiene "voz y voto" al momento de llamar la atención
de lo que ocurre en el globo, pero vemos que nuestra gente ni siquiera sabe de esta guerra, menos donde queda la
Franja de Gaza o Cisjordania, o que existe un pueblo Palestino que cada
minuto está siendo bombardeado por los cohetes del desarrollo humano y la
tecnología de la globalización. ¿Qué nos está pasando?
Nos estamos
invisivilizando ante esta problemática que podría tener consecuencias terribles para la humanidad. Solamente los medios de
comunicación nos bombardean con noticias de "política chicha" o de farándula, cuyos protagonistas los
conocemos a demasía; enfrascándonos en un crepúsculo habitual, muchas veces
irracional; sin entender la real
situación de destrucción que estamos haciendo de nuestra especie y
subsecuentemente de nuestro planeta. Entendamos de una vez que nuestra
evolución cada día se está transformando en una “involución”, y nos está llevando a desproporciones como matar niños
y mujeres por el hábito de sentirnos dueños del mundo. No caigamos en las teorías de los desarrollismos a costa
de guerras y hambre que enfrentamos en este mundo capitalista.
Respetemos
la vida humana que es lo más sagrado que
tenemos. Protestemos contra esta matanza, y como peruanos debemos sentirnos parte de este mundo,
de sus éxitos y problemáticas y no "encapsularnos" en la somnolienta cotidianeidad de sentir que
el mundo solamente es nuestra calle donde vivimos, nuestro trabajo, nuestro
pueblo, nuestra familia o las "ocurrencias" o
"sensacionalismos" que informan los medios; el mundo también para
nosotros, deben ser aquellos que sufren
y mueren cada día, por las pobrezas y guerras causadas en nombre de la paz, la
racionalidad y el desarrollo.
Hoy en día
muchos inocentes, entre niños y mujeres, ancianos y discapacitados; están
muriendo en la Franja de Gaza en una guerra entre israelíes y palestinos; los
primeros apoyados por occidente, y EEUU a la cabeza. Mientras el mundo está observando
otros asuntos, hermanos están muriendo entre balas y bombas al
otro lado del mundo. Reflexionemos un momento del rumbo que está tomando
nuestra civilización, un rumbo que está regresando a los inicios de la barbarie, pero dentro de un “paraguas” de
modernidad y tecnología. Ahí un gran reto de la humanidad: respetarnos entre nosotros, después será ya muy tarde.
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