domingo, 20 de julio de 2014

NUESTROS HERMANOS EN GAZA: LA GUERRA QUE NO QUEREMOS VER LOS PERUANOS

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
 
Muchos de los peruanos no sabemos sobre Palestina, Gaza o Cisjordania; territorios que actualmente están en cruentos conflictos donde mueren cada día centenares de personas. Debido a una educación incipiente y sumada a la "nula" difusión de información y conocimientos por parte de los medios de comunicación, muchos de nosotros, los peruanos; no sabemos lo que está ocurriendo al otro lado del mundo; menos sabemos que existen países y territorios con disputas y conflictos que devienen de muchos años atrás.
 
La preocupante situación en Gaza, tiene un trasfondo irracional del control geopolítico de la energía por parte de los países poderosos, sin importar los derechos, la libertad y la vida de los más vulnerables que son los niños, las mujeres, los discapacitados y los ancianos. Todos estos están siendo asesinados a mansalva por parte de occidente y su país “títere”: Israel.
 
La televisión peruana solo nos “engulle” en ver nimiedades locales de la podredumbre de farándula o algunos de nuestros congresistas "ridiculizando" el ambiente político con cada intervención, mientras nuestros hermanos en Gaza, sufren el cruento dolor de perder a sus familiares por el abuso y la desproporción del poder que tienen los "pocos dominantes". ¿Quiénes son los terroristas?, sería la pregunta a formular, y nosotros como país, ¿qué estamos haciendo ante esta desproporción del Homo Sapiens Sapiens (hombre sabio y sabio)?
 
Cómo se puede hablar de democracias y desarrollo, de globalización y tecnología, de paz en el mundo, cuando niños y mujeres, derraman sangre por la crueldad y la "sagacidad" de los que gobiernan el mundo, de los que se hacen llamar racionales y salvadores del mundo, de los que tildan de terroristas a aquellos que buscan su libertad y autonomía para poder salir de la pobreza y el hambre. El mundo no solamente es el Perú, el mundo no solamente son nuestras regiones o localidades, el mundo somos todos ya que nos desarrollamos a partir de una gran "pángea" (un solo continente), que nos parió para armonizar y desarrollarnos juntos, y no para matarnos entre nosotros mismos.
 
No somos los "occidentales pensantes y emprendedores", si seguimos callando las barbaridades que se cometen en nombre de la paz, en nombre de políticas de intervención o en nombre de las religiones. No somos los salvadores del mundo cuando las pobrezas y guerras, conviven con el desarrollo de la tecnología y el conocimiento. No somos los descendientes de Adán y Eva, cuando en nombre de las religiones o el control energético, matamos a nuestros congéneres.
 
El Perú también forma parte de una geopolítica mundial que tiene "voz y voto" al momento de llamar la atención de lo que ocurre en el globo, pero vemos que nuestra gente ni siquiera sabe de esta guerra, menos donde queda la Franja de Gaza o Cisjordania, o que existe un pueblo Palestino que cada minuto está siendo bombardeado por los cohetes del desarrollo humano y la tecnología de la globalización. ¿Qué nos está pasando?
 
Nos estamos invisivilizando ante esta problemática que podría tener consecuencias terribles para la humanidad. Solamente los medios de comunicación nos bombardean con noticias de "política chicha" o de farándula, cuyos protagonistas los conocemos a demasía; enfrascándonos en un crepúsculo habitual, muchas veces irracional; sin entender la real situación de destrucción que estamos haciendo de nuestra especie y subsecuentemente de nuestro planeta. Entendamos de una vez que nuestra evolución cada día se está transformando en una “involución”, y nos está llevando a desproporciones como matar niños y mujeres por el hábito de sentirnos dueños del mundo. No caigamos en las teorías de los desarrollismos a costa de guerras y hambre que enfrentamos en este mundo capitalista. 
 
Respetemos la vida humana que es lo más sagrado que tenemos. Protestemos contra esta matanza, y como peruanos debemos sentirnos parte de este mundo, de sus éxitos y problemáticas y no "encapsularnos" en la somnolienta cotidianeidad de sentir que el mundo solamente es nuestra calle donde vivimos, nuestro trabajo, nuestro pueblo, nuestra familia o las "ocurrencias" o "sensacionalismos" que informan los medios; el mundo también para nosotros, deben ser aquellos que sufren y mueren cada día, por las pobrezas y guerras causadas en nombre de la paz, la racionalidad y el desarrollo.
 
Hoy en día muchos inocentes, entre niños y mujeres, ancianos y discapacitados; están muriendo en la Franja de Gaza en una guerra entre israelíes y palestinos; los primeros apoyados por occidente, y EEUU a la cabeza. Mientras el mundo está observando otros asuntos, hermanos  están muriendo entre balas y bombas al otro lado del mundo. Reflexionemos un momento del rumbo que está tomando nuestra civilización, un rumbo que está regresando a los inicios de la barbarie, pero dentro de un “paraguas” de modernidad y tecnología. Ahí un gran reto de la humanidad: respetarnos entre nosotros, después será ya muy tarde.
 
 

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