miércoles, 16 de julio de 2014

LOS “BRICS” Y YO

Por: Mirbel Epiquién Rivera

Hacia el año 2006, cinco países denominados como emergentes y cuyas economías guardaban una condición común por sus altos índices de crecimiento, empezaron a frecuentarse de manera oficiosa para buscar caminos de cooperación conjunta con miras a crear un bloque económico y geopolítico mundial que haga equilibrio a la influencia de Estados Unidos y la Unión Europea. Hacia el año 2009 estas reuniones se hicieron más formales y se oficializó la creación de los “BRICS”, abreviatura de los cinco países que conformaban dicho grupo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El mexicano Alfredo Jalife, uno de los analistas que más sabe sobre los “BRICS”, nos cuenta que la tarea final es lograr un mundo multipolar que sustituya la influencia unipolar de Estados Unidos de América luego de la caída de las Repúblicas Soviéticas (antigua URSS). Jalife destaca la potencia de los BRICS en 4 aspectos; lo primero es la capacidad nuclear (bombas atómicas de China, Rusia e India). Segundo, la capacidad geoeconómica de los 5 países que superan al de Estados Unidos y la Unión Europea. Tercero, la capacidad mercantil, sobre todo de China, y finalmente las reservas de divisas de los 5 países, que superan también al de Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin embargo Jalife destaca algunos puntos desfavorables a los BRICS para que puedan considerarse absolutamente como una fuerza de contrapeso mundial; en primer  lugar las finanzas mundiales que aún están en manos de Estados Unidos, Inglaterra e Israel. El internet, en manos de Estados Unidos y la Unión Europea y finalmente la posición actual de la India, que en las últimas elecciones tuvo como ganador a Narendra Modi un político ultranacionalista y conservador que estaría siendo tentado por Japón y la Unión Europea para retirarse del grupo y conformar otro bloque con Australia.
Esta semana, en Brasil, luego del Mundial de futbol, se está llevando a cabo la VI cumbre de los BRICS y se acaba de anunciar la creación del Banco de Desarrollo de los BRICS, con un capital inicial de 50 mil millones de dólares y un fondo de contingencias de 100 mil millones de dólares, pero ¿qué significa esto?, significa que se crea otro banco similar al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional al cual podrán recurrir los países a pedir ayuda financiera, dejando de lado las presiones políticas y amenazas a la estabilidad económica interna que ejercen estos últimos organismos sobre nuestros países y que siempre estuvieron manejados por Estados Unidos y el bloque europeo.
Es por ello que no es una novedad que a esta cita de los BRICS en Brasil estén asistiendo, como invitados, los países de UNASUR (que incluye a Perú) y países de Centro América y el Caribe como México, Cuba y Costa Rica. Es, digamos, como la invitación a la inauguración de un nuevo local en el barrio en donde se podrá pedir prestado dinero sin tener que acatar los condicionamientos políticos y económicos del viejo prestamista usurero como era el caso del FMI o el Banco Mundial.
¿Y por qué tendría que importarnos todo esto?, como es bien conocido, dos de los 5 países que conforman los BRICS  tienen inversiones en Perú, nos referimos a China y Brasil, el primero controla actualmente un 33% del sector minero peruano y el Brasil tiene inversiones en infraestructura, minería y energía.  El departamento de Amazonas tiene ya dentro de su territorio a dos empresas brasileras, que en diferentes medidas están trabajando desde hace ya unos años en el sector minero y en energía. Está Votorantim metáis con varias concesiones en Bongará y Luya y las muy mentadas hidroeléctricas del Marañón, concesionadas a Odebrecht, empresa brasilera con muchos contratos en Perú.
Hay cosas que a veces no se logra entender porque simplemente pareciera que no forma parte de nuestra realidad, quizá porque no se visualiza el contexto general y las relaciones que hay entre los distintos elementos jerárquicos del sistema. Ese es el caso de los BRICS y su creciente influencia en la geopolítica y la geoeconomía mundial, así como su influencia en los distintos países que están ingresando en su manto de cooperación. ¿Cuánto mejorará nuestras vidas con este nuevo ajedrez mundial?, probablemente nada, seguiremos viendo como el sol se levanta por el oriente, iremos a trabajar como cada mañana y pagaremos nuestros impuestos (los que pagamos) sin saber que irán a alimentar a un nuevo banco que se acaba de crear en Brasil luego de un campeonato mundial de futbol que sí nos interesó a todos. 
 

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