viernes, 19 de julio de 2013

NOSOTROS SOMOS CULPABLES DE NUESTRAS AUTORIDADES
 
Por: Jorge Reina Noriega
 
El tiempo pasa inmisericorde. Ayer elegíamos con mucho optimismo a las autoridades regionales y locales que ahora nos representan. Lo hicimos con mucho entusiasmo, basados en sus antecedentes de ocupar cargos públicos de mucha importancia y de los pergaminos que exhibían. Creímos y estábamos seguros, que no podíamos equivocarnos, a pesar de que en cierta ocasión, fuimos tratados en forma despectiva, ante un requerimiento de la conclusión de la carretera de Pedro Ruiz a Chachapoyas, sin embargo, nada hizo cambiar nuestra actitud, porque primero estaba el bienestar y el progreso de nuestros pueblos.
 
Ahora se aproximan nuevos eventos eleccionarios y ya se encuentran en el partidor muchos personajes, que van a postular, posiblemente con muy buenas intenciones o enmascaradas pretensiones, que a lo largo de su mandato, si son elegidos, empezarán a aparecer.
 
La Política, ciencia, doctrina u opinión, es una actividad donde deben ser protagonistas solo gente decente, valiente, profesionalmente capaz y sin ningún apetito de poder, que pueda caer en actos denigrantes de corrupción. Cansados estamos de los juicios por malversación, incapacidad gerencial y por corrupción que se abren a las personas que terminan en los cargos en que fueron elegidos.
 
En la prensa televisiva, hablada y escrita, aparecen con grandes titulares que fulano o mengano están siendo procesados o investigados por corruptos, pero, yo me pregunto, ¿Quiénes son los culpables?… Y todos concluimos, que es el pueblo que los eligió y se dejó engañar, por los “encantadores de culebras” o los que venden cebo de macanche, o agua florida con lagartijas, o por los múltiples pícaros que no aparecen en la estampita y son los verdaderos beneficiados con los puestos y contratos que consiguen…, sin olvidarnos, de esa sarta de ineptos, claro, con contadas excepciones, que se cuelgan de las listas de los candidatos y de la noche a la mañana se convierten en consejeros, – ¿consejeros de qué, qué es lo que aconsejan o qué cosa fiscalizan? – , o regidores, – ¿regidores de qué, qué dirigen, qué gobiernan, qué guían?, lamentablemente esa es nuestra realidad, el señorcito que ayer era un don nadie, no tenía donde caerse muerto, ni llevarse un pan a la boca,…o la damita, que era una simple secretaria, funcionaria de último nivel, o una pésima ama de casa, por arte de magia se transforman en autoridades petulantes, que se lucen en los desfiles, en las ceremonias y plazas…, autoridades, con “hache”, pretensiosas y obsecuentes, malcriadas y prepotentes, que desconocen que el sueldo que los pagan, pertenece a todos los peruanos, que es el fruto de nuestros impuestos, de nuestro deber de aportar, como ciudadanos y que el lugar que ocupan, es con la finalidad de ponerse al servicio…, óiganlo bien…, “al servicio” de la comunidad, o dicho de otro modo, no en forma peyorativa, sino más bien didáctica, para que se entienda…, en “sirvientes” de la sociedad y no en gerentes, jefes, ni mandamases, patrones o verdugos.
 
Claro que fácil es decir, estamos en Democracia, somos autoridades elegidas por el pueblo y la voz del pueblo es la voz de D+os,… Definitivamente, parece como cierto, son los votos de todos los que les elegimos, pero… ¿cuántos de nosotros sabemos a quién elegimos… cuántos de nosotros tenemos la capacidad de elegir al mejor,… o, cuántos de nosotros estamos sujetos a obedecer órdenes y consignas, que son impuestas por los vividores de la inocencia del pueblo…, cuántos de nosotros sabemos que D+os, jamás se equivoca y que nadie está autorizado para usar, con el mayor desparpajo, su nombre, y decir cínicamente para engañar al pueblo, que es la voz de D+os?.
 
No señores, no es el pueblo, el culpable. Culpable, somos nosotros, toda esta recua de cobardes, que nos pintamos como honorables, dignos y decentes, que no tenemos el valor de asumir la dirección y la defensa de los intereses de nuestra Región. Los aristócratas, los señoritos, los así llamados encapotados personajes que nunca seremos corruptos, pero, permitimos que los “corruptos” nos dirijan, por no afrontar responsabilidades, por no mostrar lo que ponen las gallinas y vivir muchas veces cómodos, sin complicaciones, gozando de herencias o dineros mal habidos, como resultado de haber sido burócratas de escritorio o simples indiferentes e indolentes personajes de opereta, que no nos importa nada…, que nos da igual, si roban o se embolsican la plata, si hacen obras, construyen pistas o veredas, ven si falta agua, desagües y alcantarillados, construyen hospitales o postas sanitarias, escuelas o universidades, total que interesa, y con cinismo y desparpajo decimos: a mi no me va ni me viene…, que sufra el pueblo…, el cholo, el campesino, el desheredado,… yo vivo bien, y con lo que tengo, me sobra y me basta…, total…, tengo mi negocio…, mi chacrita, mis vaquitas,… soy respetable e influyente…, tengo dinero, de repente mal habido, pero, tengo,… poseo, mi seguro de salud y si tengo una enfermedad que se complica, me voy a una clínica en la capital y mis hijos…, estudian en Lima o en el extranjero, porque en las que hay por estos lares, que estudien los descamisados, los que desean ser profesionales del montón…, los que van a conseguir un puestito como favor de la autoridad de turno,… si señores esta es la gran verdad, que decimos y nos hace ser indiferentes, ante las necesidades de nuestros hermanos engañados y usados repetidamente, para intereses mezquinos.
 
Recapaciten amigos, somos nosotros, los culpables, de que nuestra tierra, no tenga buenos representantes, porque siendo honrados y respetados, nos hemos olvidado de que debemos preocuparnos por la tierra que nos vio nacer, que nos acogió en su seno, las que nos dio la oportunidad de ser lo que somos.
 
Nosotros debemos preocuparnos de que nuestras escuelas, colegios y Universidades saquen profesionales de primer nivel. Que la Educación esté asegurada, porque debe ser impartida por profesionales docentes y no improvisados, docentes que amen a esta tierra, que amen la actividad que desarrollan y sean orgullosos de la labor que desempeñan y no sean los que buscan sacar tajada de lo que administran ni menos usar sus cargos como trampolines para pretender ser políticos.
 
Debemos preocuparnos por sacar provecho de esta tierra bendita de la Región Amazonas, que es un emporio de riquezas en todas las formas, con microclimas variados, tierras productivas, con diversidad de fauna y flora, con ríos y quebradas capaces de dar energía eléctrica a todo el Perú y aún al extranjero, esta tierra que fue asiento de culturas que nos han legado grandes ruinas arqueológicas que deben ser conocidas dentro y fuera de nuestro territorio nacional, esta tierra que está esperando ser cuna de grandes industrias lácteas, agrícolas, pesqueras, madereras, mineras, etc,… con un gran potencial turístico, todavía no explotado a cabalidad y con una población maravillosa de gente buena y trabajadora, que espera buenos y honrados dirigentes y excelentes y probas autoridades.