LA AGENDA VERDE EN EL DEPARTAMENTO DE AMAZONAS
Amazonas es el
departamento en donde se puede encontrar el
53% del total de especies de aves
registradas para Perú, vale decir, más de 900 especies de aves revolotean por
las 7 provincias. Asimismo por nuestro departamento circula uno de los ríos más
importantes del país, el río Marañón,
que luego dará origen al río más caudaloso del mundo. Este departamento de casi
4 millones de hectáreas tiene al menos el 70%
de su territorio cubierto por bosques, además de otros ecosistemas de suma
importancia como las jalcas o pajonales, que son la fuente de agua para las
principales ciudades de la región.
Así de
importante es este departamento, que por no llegar al 1% de aporte al PBI
nacional muchas veces es postergado
y en otros casos dejado a su suerte a malandrines comprobados en el sistema de
Justicia. Sin embargo en este departamento no solo hay una riqueza natural
invalorable, sino también gente talentosa
y muy luchadora que pueden hacer realidad aquel paradigma planteado ya hace
22 años en Río de Janeiro, Brasil, aquella idea que se ha convertido en un
bonito discurso pero que poco se hace para promoverla, nos referimos al desarrollo sostenible.
Como bien dice
Eduardo Galeano, las utopías siempre serán útiles, probablemente nunca las
alcanzaremos, pero al existir nos permiten avanzar, movernos, crecer, de otra
manera viviríamos inmóviles, inertes, sin sueños. Personalmente creo que el
desarrollo sostenible se ha convertido
en una utopía, una excelente y atractiva utopía. Sin ella ya hubiésemos
tirado la toalla, nos hubiésemos contagiado con la enfermedad del consumismo
vacuo, con la hipnosis del desarrollo económico, con la maldición del dinero
fácil.
El desarrollo
sostenible hoy recobra sentido, quizá ya no como lo plantearon en la Convención
de Diversidad Biológica de Rio, sino como la utopía que debemos empezar a
perseguir, y Amazonas no puede dejar de
hacerlo, tiene todos los requisitos para ser el principal impulsor de una
gestión basada en la valoración de su naturaleza. Antes debemos identificar los
cinco principales temas pendientes en nuestra agenda verde, agenda que por años
estuvo perdida o archivada en algún anaquel gubernamental, o peor aún, nunca
existió:
1. Institucionalidad
Ambiental. En este caso es interesante el proceso de
delegación de funciones desde el gobierno nacional a los gobiernos regionales y
locales, es un gran reto para todos porque por un lado se necesitarán recursos para
echar andar un buen sistema de promoción,
supervisión, evaluación y control en el uso de nuestros recursos naturales
y por otro lado necesitamos de compromisos
políticos firmes para vigilar, denunciar y sancionar infracciones a las
normas ambientales que están muy bien planteadas en papel pero que nadie quiere
ejecutarlas por intereses o miedo. Vamos, ¿cuántos
madereros, mineros o cazadores ilegales pululan por nuestra región sin que
nadie les haya hecho entender que la autoridad existe? Esta tarea se hace
extensiva a las municipalidades, al ser las primeras autoridades ambientales
del país. ¿Cómo logramos
institucionalidad?, asumiendo compromisos, creando procesos de control
eficientes, empoderando a los comuneros, ronderos y demás ciudadanos en cumplir
y hacer cumplir las normas. Es un camino tortuoso pero hay que empezarlo ya.
2. Ordenamiento
Territorial. Luego de la aprobación de la
zonificación ecológica económica, el año 2007, se esperaba iniciar con el proceso
de ordenamiento territorial. A estas alturas ya deberíamos saber qué hacer en cada rincón de nuestro
departamento, definir espacios importantes para proteger, recuperarlos de
la erosión a través de plantaciones forestales, incluirlos en rutas de
desarrollo local, inscribirlos en registros públicos, recuperarlos de las
mafias de traficantes de terrenos, en resumen, saber qué hacer con nuestro
territorio. Al parecer el planeamiento en la gestión pública despierta a las 8 a.m.
y vuelve a desaparecer por la noche, es decir, el día a día, esperar la suerte
y quejarse porque no tenemos canon, quejarse porque las inversiones prefieren
otros lugares y no empezar a trabajar ya en nuestro potencial natural, aquello que la zonificación recomendó
hace ya 6 años.
3. Certificaciones
Ecológicas en la Producción Agrícola. Pues sí,
es hora de dejar de pensar en vender solo
a los intermediarios, a los camioneros que se llevan la producción de café,
cacao, frutas, hortalizas, leche y otros productos agropecuarios para venderlos
en la costa sin haber pagado el precio real de producción, monopolizando
mercados o fomentando monocultivos. Es importante entonces trabajar con productores a través de las
cooperativas y asociaciones para brindar apoyo técnico constante, acceso a
tecnologías (la modernas y las ancestrales), no culminar el proyectito y
desaparecer, pensar en programas de
largo plazo, programas que brinden tecnologías baratas, búsqueda de mercados, creación de cadenas de valor y sobre todo certificaciones, que es la meta que
debemos perseguir en el agro, la certificación es el enlace con el medio
ambiente y reduce los impactos a los bosques naturales.
4. Sistemas
Eficaces de Tratamiento de Residuos y Aguas Servidas en todos los Distritos de
la Región. Tal vez es el principal problema
ambiental en la región, basura y
desagües sin tratar y que finalmente culminan en los ríos. Es imperativo
que se obligue a todas las municipalidades a construir sus plantas de tratamiento de residuos sólidos y de tratamiento de aguas
servidas. Así como es imperativo dejar de construir plantas de tratamiento
cuyos costos de mantención y operación son más caros que el presupuesto
municipal. Las tecnologías baratas existen
y los procesos biológicos de reciclaje de compuestos químicos son
naturales, lo que no es natural es que con el cuento de la planta de
tratamiento se justifiquen proyectos de fierro y cemento que luego no sirven
para nada.
5. Adaptación
al Cambio Climático. El clima cambió, hoy
llueve cuando no debe y hace más calor que en la buena época de los abuelos, es
un asunto que preocupa a todo el mundo, literalmente, pero parece que en Amazonas solo se adaptan las
candidaturas. Nadie tiene la receta para adaptarnos al cambio climático,
solo observar y probar, observar que
está pasando con los cultivos, las plagas, el tiempo y probar nuevos cultivos,
probar nuevas formas de organización (quizá tengamos a controlar el uso de
agua), nuevos procedimientos de respuesta rápida ante los desastres naturales,
nueva manera de entender el mundo.
Esta sí es una tarea de todos.
Señor Presidente
Regional, esto no va para usted, tampoco para el que ya crea que ganó, esto va
para aquel que entienda que la política
también es compromiso, creatividad y decencia.
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