jueves, 9 de septiembre de 2010

LA POLÍTICA DE LA ILÓGICA Y LA IMPROVISACIÓN COMO REMEDIO

Por: Mirbel Epiquién Rivera


Quiero referirme brevemente a tres casos emblemáticos y recientes sobre la escasez de planificación territorial en el Perú y una total falta de visión integral (en tiempo y espacio) de la gestión pública en materia ambiental. A lo que he denominado la política de la ilógica.

Caso 1:

Entre Jaén y Chiclayo, en plena carretera marginal, se recorre parte de la cuenca del río Huancabamba, que como su nombre lo indica tiene su origen en las tierras altas de la provincia de Huancabamba en Piura. El río Huancabamba es el que provee de agua para el megaproyecto de irrigación Olmos, un proyecto que data de 1924 y que ha sido promovido por este y el gobierno anterior. Un componente de este proyecto es la imponente obra de ingeniería del túnel trasandino para el trasvase de agua, que justamente se inicia en al sector oriental de la cordillera en la zona denominada quebrada el burro, a un par de horas de Olmos, y en donde se ha construido la represa el Limón, que debe embalsar las aguas que trae el río Huancabamba para luego aparecer al otro lado de la montaña, en las fértiles tierras costeñas de Olmos.

Hasta allí todo es espectacular, pero si empezamos a mirar un sencillo mapa y seguimos el curso del Huancabamba, río arriba, llegaremos hasta la cuenca alta del mismo, que es una zona de conflictos socio ambientales actuales (Caso Majaz), concesiones mineras, denuncias comprobadas de tortura a campesinos, prepotencia gubernamental, amenaza de impactos a los páramos (que son la fuente del agua del río), etc. Es decir, la ilógica completa, por un lado promuevo un proyecto de irrigación millonario en el sector medio de la cuenca, pero por otro lado, en la cuenca alta, es decir en la fuente de agua - de la misma que quiero usar más abajo - promuevo el desarrollo de minería, que traerá con seguridad la destrucción de acuíferos y ecosistemas, y desestabilización socioambiental, y por lo tanto una amenaza latente al desabastecimiento y contaminación de ese recurso hídrico.

Caso 2:

Con bombos y platillos, y por cierto con una gran inversión mediática para un convencimiento popular, se logró la licencia social para la construcción de la carretera interoceánica sur, que conecta los puertos de Ilo, Matarani y Marcona, con la frontera con Brasil, a través de 5 tramos de carretera que suman un poco más de 700 km de asfalto. Este proyecto millonario (que aún no concluye en su totalidad), invierte e invirtió mucho dinero por cada kilómetro acabado.

Hasta allí todo espectacular, pero unos 5 años después de iniciada la construcción, en el 2010, nos enteramos de los megaproyectos hidroenergéticos que se pretende construir en las principales cuencas orientales del país, y cuyo principal consumidor sería el Brasil. Uno de estos proyectos corresponde a la megahidroeléctrica de Inambari, ubicada entre Madre de Dios, Puno y Cusco, y que inundaría unas 50 000 has de bosques montanos, campos de cultivo y centros poblados. Amén de los diversos impactos ambientales y sociales que causaría la construcción. Pero lo que quiero destacar es que según los primeros cálculos, se afectarían por lo menos 100 km de aquella emblemática interoceánica sur, iniciada sólo 5 años atrás. Entonces, nos preguntamos, ¿Para qué gastar tanto dinero, energías y causar pasivos ambientales y sociales en gran parte del área por donde se construyó la vía, si cinco años después la voy a inundar con agua?. Eso demuestra una total falta de planificación del territorio y visión de desarrollo a largo plazo, es decir la improvisación como política diaria.

Caso 3:

Hay una política estatal de creación y gestión de áreas naturales protegidas - ANP, los motivos son diversos y sumamente sustentados, esta de por medio la vida no solamente de flora y fauna sino de una diversidad de gente local y por que no decirlo de la población nacional (a través de los servicios ambientales que nos brindan). Bueno, las ANP, a través del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – SINANPE, tienen como uno de sus objetivos garantizar la conservación de las muestras representativas de diversidad biológica del país, usando para ello un conjunto de herramientas como la zonificación o la categorización. El 2003 se crea la Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios, y su creación busca contribuir en la protección de las cuencas del río Madre de Dios y Colorado, ello en bien de un conjunto de comunidades indígenas de la zona. Sin embargo, 7 años después una empresa petrolera, Hunt Oil, adquiere el contrato para la exploración de gas, que ¡¡ohh sorpresa!! el lote cubre la reserva comunal. Reclamos vienen, reclamos van, y con paro en la región sur de por medio, se decide, en un arranque de improvisación nuevamente, hacer una planta de tratamiento de gas en la región sur. Como a nosotros nos interesa el tema ambiental, nos preguntamos: ¿Qué pasarán con las ANP?, una “brillante” idea de los negociadores es hacer un ducto subterraneo que cruce Megantoni, para el caso del gas de Camisea, por ejemplo; como si fuese una cosa sencilla en términos operativos y de mantenimiento, y como si sólo se tratara de hacer una zanjita en medio del bosque. Otra vez la ilógica e improvisación que caracteriza la gestión del estado en materia de gestión territorial y planificación nacional.

Solamente concluyo con el comentario de un alcalde en un lejano distrito del norte, él me decía: “He construido mi canal de riego, y cuando lo terminé, ya no había agua para usarlo, porque nunca nos preocupamos en cuidar el lugar desde donde venía y ahora todo es un pastizal, no hay árbol alguno”. Inferimos entonces, la visión integral del territorio no solamente es una falencia del gobierno nacional si no una carencia general.

http://www.biodiversityperu.blogspot.com/

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