sábado, 6 de septiembre de 2014

LA DESCENTRALIZACIÓN: PILAR PARA LA INTEGRACIÓN Y DESARROLLO AMAZONENSE
 
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
 
Los últimos 15 años se ha caracterizado por la puesta en marcha de un proceso descentralizador, cuya principal característica ha sido la creación de presidencias regionales con el fin de que cada departamento tenga autonomía en su gestión. Se han ido llevando a cabo diferentes procesos de “descongestionamiento del poder central” conllevando a que muchos de los programas y presupuestos gestionados desde Lima, se canalicen hacia los gobiernos subnacionales y puedan manejarse “desde lo local”.
 
En suma, se está tratando que los gobiernos subnacionales asuman protagonismo real y participativo en la cogestión del Estado, buscando la integración, el desarrollo humano y crecimiento económico. Para el Perú, el proceso de la descentralización está de acuerdo a las necesidades de integración, desarrollo y crecimiento de las regiones, pero su estrategia de intervención desde el Estado, no responde a las realidades diversas que caracterizan al Perú heterogéneo.
 
Los enfoques concebidos para la descentralización muchas veces caen en la “latencia luminosa” del discurso, y otras veces no se adaptan a las realidades locales de nuestro país multidiverso. Entonces cabe preguntarnos lo siguiente: ¿se esta realizando adecuadamente la descentralización cuando nuestros derechos son vulnerados cada día?, ¿existe igualdad de oportunidades, cuando vemos que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres?, ¿existe democracia participativa cuando los más vulnerables son informados a través de medios de comunicación que obvian las problemáticas que aquejan a los ciudadanos?, ¿se está superando la pobreza, cuando desde el Estado se lo “institucionaliza” por medio de programas sociales asistencialistas?, ¿existe un verdadero desarrollo económico local, cuando todavía la agricultura, ganadería y turismo adolecen de un impulso para su crecimiento y desarrollo?
 
La descentralización en nuestro país implica un conjunto de acciones destinadas a potenciar el autodesarrollo de las regiones, teniendo como base sus recursos agropecuarios, turísticos, culturales, ecológicos, etc. El Estado tiene que dotar “herramientas” necesarias y estratégicas para que los gobiernos subnacionales gestionen el desarrollo viable, aceptable y sostenible de sus pueblos. Como Estado debemos tomar conciencia que no solamente descentralización significa transferencia de recursos humanos y materiales, sino también transferencia y constante “intercambio reciproco” de capacidades. El Estado entonces no solamente actúa como un ente unívoco de impartir conocimientos sobre el proceso, sino también que tiene que ser un receptor de aprendizajes y experiencias de los entes locales, cumpliendo de esa manera uno de los fines que persigue la descentralización: la participación igualitaria de todos los grupos sociales.
 
Para la Región Amazonas el proceso descentralizador es de vital importancia, ya que implica poner en valor nuestros recursos agropecuarios, culturales y ecológicos al momento de actuar en este espacio competitivo de la globalización. El gobierno regional debe cumplir un papel fundamental para impulsar el crecimiento económico y desarrollo humano de la región. Las autoridades regionales tienen que construir una misión que involucre tener propuestas claras y sinceras, de acorde a nuestra realidad regional. Esto deberían entender, los nuevos “inquilinos” del Gobierno Regional a elegirse este octubre próximo. Propuestas que se enmarquen en los siguientes puntos que vienen a constituir la “transformación deseada”, para nuestra región:
 
1. Constituirse como el principal centro nororiental exportador de productos agropecuarios (café, arroz, ganado, papa, etc.), no solamente al mercado nacional, sino también una economía insertada con el mercado internacional.
 
2. El mayor destino turístico del norte y nororiente del Perú, para ello las autoridades y la población tienen que plantearse una plataforma de actividades para resguardar, restaurar y poner en valor la riqueza arqueológica, ecológica y cultura viva.
 
3. Fortalecer la educación regional, teniendo como punto de avanzada el conocimiento de nuestra realidad social, económica y cultural de los pueblos amazonenses. Construir un sistema y currícula de educación regional.
 
4. Una región activa en el desarrollo del país, donde sus pueblos (excluidos actualmente), estén insertados en la sociedad nacional; participando de sus problemas y poniendo bases para construir los pilares del desarrollo.
 
5. Una región unida y mancomunada; donde todas las provincias y distritos, busquen conjuntamente el desarrollo, dejando de lado ese actual divisionismo regionalista y de provincias que no conlleva  a nada.
 
6. Para las nuevas autoridades, es de suma necesidad buscar la articulación de los pueblos y formar un solo bloque regional, iniciando un dialogo regional donde participemos todos, y demos aportes para atacar en bloque las problemáticas de la región.
 
La descentralización es un espacio importante que se debe aprovechar para el crecimiento y desarrollo en Amazonas. Para ello tenemos que reconceptualizar nuestros enfoques teniendo en cuenta lo local, respetando los conocimientos y las libertades de todas las poblaciones en especial las más vulnerables y excluidas. Hay que preparar a nuestros ciudadanos, para afrontar los nuevos retos que implica la descentralización, para ello hay que crear conciencia, impartir e intercambiar conocimientos tanto desde el Estado y desde lo local. Tratemos entonces de aprovechar este proceso para el crecimiento económico y desarrollo humano de nuestro Amazonas.

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