Por: Mirbel Epiquién Rivera
La revista
Semana Económica publicó, hace unas semanas, la trigésima cuarta edición de su encuesta sobre el poder en el Perú.
Los resultados de la encuesta obedecen a las respuestas emitidas por un grupo
selecto de políticos, periodistas y
empresarios que viven o pasan gran parte de sus vidas en la ciudad de Lima.
Tampoco hay que ser ingenuos en creer que Lima
no es la ciudad que concentra el poder político y económico del país, lo
sigue siendo, lamentablemente. Sin embargo hay muchas curiosidades en esta encuesta que valdría la pena resaltar.
Una primera
curiosidad es que la gran mayoría de los que aparecen como poderosos viven en Lima. Desde los periodistas y
empresarios, hasta lobistas y chefs tienen sus actividades principales en esta
ciudad. Ello refleja la interpretación de la realidad de un grupo de gente que
tiene la plena convicción que el resto
del país sigue siendo una inmensa chacra en donde se hacen buenos negocios (mejor si
son mineros) pero que no representan mayor preocupación en el equilibrio del
poder del país, y si de pronto, en alguna parte que no sea Lima, aparecen
fuerzas de oposición a lo definido por el poder central estos pasan a ser agentes desestabilizadores, que sería una manera
elegante de negarles su influencia en el
espectro del poder (ejemplo; Gregorio Santos o Marco Arana).
Resulta curioso también
que; 1) los líderes regionales que aparecen con poder sean los más mediáticos, es decir los que se muestran en los
noticieros limeños y 2) en la lista de intelectuales sigan apareciendo Vargas
Llosa, Cotler, Hernando de Soto y Szyszlo. Lo primero quizá refleje el desconocimiento de los legítimos liderazgos
locales y regionales y solo se dejen llevar por las portadas de los diarios,
subestimando la existencia de frentes regionales o movimientos sociales que
muchas veces han demostrado tener más poder que una autoridad regional. Pero lo
segundo, con seguridad, refleja la pobreza intelectual de los señores
encuestados. Año tras año se sigue citando a los mismos cuatro intelectuales
antes mencionados, a pesar que estos forman parte de una casi extinta generación de pensadores. Esto puede reflejarnos dos
cosas, o ya nadie produce cultura en este país, o es que los encuestados no conocen de nuevas influencias
intelectuales y creen que leer El Trome y el diario Gestión es más que
suficiente para estar informado.
El Perú no solo
es Lima decimos algunos, y la revista Semana Económica nos cachetea con su
encuesta sobre el poder en Perú. Sin embargo olvida que el poder está libre de parámetros de valor, y que en esencia el
poder está relacionado a la capacidad de hacer algo sin que haya algo o alguien
que lo impida. En ese sentido en el Perú de hoy hay poderes que han doblegado al Estado o al menos lo tienen
acorralado. Estos poderes están
relacionados al narcotráfico, a la minería ilegal, a la tala informal, la
extorsión entre otras prácticas oscuras pero poderosas que ocurren a lo largo del
país. Estos poderes son capaces de comprar fiscales, jueces, policías y
corromper a las instituciones que deberían controlarlos. No deberían aparecer
en la encuesta sólo como poderes que
impiden la toma de decisiones de empresas sino, más importante aún, impiden la
institucionalidad del país.
Ojalá la tan vapuleada descentralización continúe,
con sus errores y defectos propios del aprendizaje, y en los próximos años
podamos esperar una encuesta de poder con fuertes y respetables liderazgos
regionales. Con gremios económicos descentralizados. Con periodistas e intelectuales de Piura, Amazonas, Loreto, Arequipa o
Cusco. Con chefs y artistas que
vivan y hagan su obra en otras partes más allá de Lima. Ese día podremos decir
que el Perú se ha empoderado, que en realidad es la encuesta que sí
celebraremos.
_______________________Puede revisar los resultados de la encuesta en el siguiente link: http://semanaeconomica.com/especiales/xxxiv-encuesta-del-poder/infografia/xxxiv-encuesta-del-poder/
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