LA POLÍTICA NO ES SINÓNIMO DE CHISMES O RUMORES
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
Hace unos días el Congresista
Yehude Simon, a través de las redes sociales lanzó una “bomba política”: El Presidente Ollanta Humala tendría un hijo
extramatrimonial. Todos los medios de comunicación y el “debate político” se centraron en este
rumor o “chisme politiquero”. Mientras tanto en el Perú se asesinaba a un
candidato al Gobierno Regional de Ancash y al padre de una Precandidata de
Cumba en Amazonas, o en todo caso se registraban movilizaciones de todo tipo en
la capital e interior del país.
El chisme o rumor del hijo extramatrimonial marcó las portadas informativas y el debate de los “opinólogos”, como si esto se tratase de un tema primordial para el desarrollo peruano; más aun, resulta un tema frívolo que nada aporta a la ya alicaída política peruana.
La Política en su definición más pura, es el ejercicio del poder para solucionar los problemas e intereses de los que justamente otorgan el poder a sus representantes; es decir, de los ciudadanos. En nuestro país, lamentablemente no hemos llegado a comprender la definición de la política, menos aun aprender en la acción, “gestionar ese poder” que asignan los ciudadanos a sus autoridades y representantes.
Los partidos nacionales y movimientos políticos regionales, desde hace varias décadas, NO hacen política. La política no es una herramienta que se desarrolla o justifica en base a chismes, rumores, "bombas" u otro tipo de artimañas propias de la "farándula" televisiva, o mejor dicho de nuestra "farándula politiquera". Si agarramos un libro básico sobre política o teoría de la Ciencia Política y lo revisamos, notaremos que los actores llamados "políticos" como Yehude Simon, Alcorta, Martha Chávez, Becerril o cualquier otro Congresista o Candidato, simplemente NO HACEN POLÍTICA.
Es una calamidad para cualquiera que entiende de política, escuchar o simplemente ver cuando un representante se levanta para discernir políticamente. Solamente veamos en el Congreso, el accionar “político” de la mayoría de congresistas. Simplemente no entienden su rol político y por ende su discurso es cualquier cosa, menos político y propositivo. Este tipo de accionar, como el último de Yehude Simon, empobrecen la institucionalidad política y democrática en nuestro país. Hacen que la política sea vea negativa y nauseabunda por parte de los ciudadanos.
La “política verdadera” no es mala, no es nauseabunda como lo creemos o como nos lo han hecho creer generacionalmente. La política tiene su pilar principal en la democracia participativa y su herramienta principal en la gobernabilidad, a través de la legitimidad y representatividad institucional. Pero lamentablemente en el Perú, esta “política verdadera”, no son entendidas por la pléyade de “politiqueros” que nos representan y gobiernan; y se desconfigura la esencia política, justamente por este tipo de chismografía y rumores que lanza el Congresista Yehude por ejemplo, o el discurso incendiario del Congresista Becerril; o en todo caso los “tuitdardos” de ciertos expresidentes y exautoridades.
La política en el Perú, necesita una nueva génesis, una reestructuración total en todos sus sentidos. Primero tenemos que cambiar nosotros los ciudadanos hacia una identidad política que nos permita “elegir bien” y no “vender” nuestro voto por el simple hecho de no comprender la política. Por otro lado se debe presionar e impulsar ajustes necesarios en el sistema electoral que conlleve implementar filtros que permitan tener autoridades y representantes libres de juicios o corrupción; y por último es necesario el fortalecimiento institucional de los partidos y movimientos políticos nacionales y regionales.
Entendamos de una vez el prolijo comentario de Aristóteles: “El hombre es un animal político”; es decir, vivimos dentro de una “burbuja política”. Pero eso no te da el derecho para hacer de la política un escenario malévolo de chismes y rumores que desprestigia la institucionalidad y democracia.
Aprendamos a hacer POLITICA en el país, es de suma necesidad para la actual frágil democracia, debilidad de partidos y pobreza de representantes políticos que tenemos. De suma necesidad para nosotros los ciudadanos. Dejemos el "chisme político farandulero" y los "rumores de cantina" por el bien de una "POLÍTICA VERDADERA" en el Perú. Practiquémoslo tod@s como una tarea ciudadana.
El chisme o rumor del hijo extramatrimonial marcó las portadas informativas y el debate de los “opinólogos”, como si esto se tratase de un tema primordial para el desarrollo peruano; más aun, resulta un tema frívolo que nada aporta a la ya alicaída política peruana.
La Política en su definición más pura, es el ejercicio del poder para solucionar los problemas e intereses de los que justamente otorgan el poder a sus representantes; es decir, de los ciudadanos. En nuestro país, lamentablemente no hemos llegado a comprender la definición de la política, menos aun aprender en la acción, “gestionar ese poder” que asignan los ciudadanos a sus autoridades y representantes.
Los partidos nacionales y movimientos políticos regionales, desde hace varias décadas, NO hacen política. La política no es una herramienta que se desarrolla o justifica en base a chismes, rumores, "bombas" u otro tipo de artimañas propias de la "farándula" televisiva, o mejor dicho de nuestra "farándula politiquera". Si agarramos un libro básico sobre política o teoría de la Ciencia Política y lo revisamos, notaremos que los actores llamados "políticos" como Yehude Simon, Alcorta, Martha Chávez, Becerril o cualquier otro Congresista o Candidato, simplemente NO HACEN POLÍTICA.
Es una calamidad para cualquiera que entiende de política, escuchar o simplemente ver cuando un representante se levanta para discernir políticamente. Solamente veamos en el Congreso, el accionar “político” de la mayoría de congresistas. Simplemente no entienden su rol político y por ende su discurso es cualquier cosa, menos político y propositivo. Este tipo de accionar, como el último de Yehude Simon, empobrecen la institucionalidad política y democrática en nuestro país. Hacen que la política sea vea negativa y nauseabunda por parte de los ciudadanos.
La “política verdadera” no es mala, no es nauseabunda como lo creemos o como nos lo han hecho creer generacionalmente. La política tiene su pilar principal en la democracia participativa y su herramienta principal en la gobernabilidad, a través de la legitimidad y representatividad institucional. Pero lamentablemente en el Perú, esta “política verdadera”, no son entendidas por la pléyade de “politiqueros” que nos representan y gobiernan; y se desconfigura la esencia política, justamente por este tipo de chismografía y rumores que lanza el Congresista Yehude por ejemplo, o el discurso incendiario del Congresista Becerril; o en todo caso los “tuitdardos” de ciertos expresidentes y exautoridades.
La política en el Perú, necesita una nueva génesis, una reestructuración total en todos sus sentidos. Primero tenemos que cambiar nosotros los ciudadanos hacia una identidad política que nos permita “elegir bien” y no “vender” nuestro voto por el simple hecho de no comprender la política. Por otro lado se debe presionar e impulsar ajustes necesarios en el sistema electoral que conlleve implementar filtros que permitan tener autoridades y representantes libres de juicios o corrupción; y por último es necesario el fortalecimiento institucional de los partidos y movimientos políticos nacionales y regionales.
Entendamos de una vez el prolijo comentario de Aristóteles: “El hombre es un animal político”; es decir, vivimos dentro de una “burbuja política”. Pero eso no te da el derecho para hacer de la política un escenario malévolo de chismes y rumores que desprestigia la institucionalidad y democracia.
Aprendamos a hacer POLITICA en el país, es de suma necesidad para la actual frágil democracia, debilidad de partidos y pobreza de representantes políticos que tenemos. De suma necesidad para nosotros los ciudadanos. Dejemos el "chisme político farandulero" y los "rumores de cantina" por el bien de una "POLÍTICA VERDADERA" en el Perú. Practiquémoslo tod@s como una tarea ciudadana.
Creo que en "El espectador" Ortega y Gasset decía que la Política es el imperio de la mentira, pero jamas se imagino que llegaría a verse a un ex premier y de una formación académica solida, soltar un chisme tan bajo
ResponderEliminarOmar gracias por tu comentario. Un abrazo.
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