SEGURIDAD CIUDADANA EN
NICARAGUA. UN MODELO A CONSIDERAR EN EL PERÚ
La Policía Nacional de Nicaragua según la encuesta de diciembre del
2012 de M&R Consultores en los sondeos de opinión tiene una aceptación de 74%,
superando a la Iglesia Católica y las Iglesias Evangélicas, en un país
altamente cristiano. Su Jefe Nacional, una mujer, la Comisionada General Aminta
Granera, luego de 5 años en el cargo alcanza una aprobación que bordea el 90%.
Comparado con el Perú genera una sana envidia.
La última encuesta de enero de este año, realizada por CID Gallup
precisa que para los nicaragüenses el principal problema del país es la falta
de empleo 40%, economía del país 23% uso y tráfico de drogas 9% y el crimen y
violencia apenas llega al 1%. Sí, es cierto, solo llega al 1%. En 1994, el
crimen y violencia, era percibido como principal problema del país por el 8%,
el 2004 igual por el 8%, el 2010 por el 9%, el 2011 y el 2012 por el 3% hasta
llegar al 1% actual. Si antes los porcentajes eran prudentes hoy son casi
inexistentes.
La percepción respecto a si la delincuencia
ha aumentado o disminuido en los últimos 4 meses, según la misma encuesta de
CID Gallup ha bajado de manera consistente, a mediados del 2008 era 65%, del
2010 era 63%, del 2012 era 55% y
actualmente es de 48%. Por otro lado,
los ciudadanos que reportan que alguien en su hogar ha sido víctima de robo o asalto en los
últimos cuatro meses en el 2008 era de 22%, en el 2010 23%, el 2012 y el 2013
es de 16%.
Más allá de
los números, en Nicaragua, que tiene sus propios problemas de inseguridad,
comparado al resto de Centroamérica parece un páramo. El crimen organizado, el
narcotráfico y la delincuencia común más que en aumento están controlados. Es
común ver, los fines de semana largos a Salvadoreños, Guatemaltecos,
Hondureños, Costarricenses y Panameños viniendo a vacacionar al país, dando
como razón, además de las propias riquezas naturales y culturales de Nicaragua,
su bajo costo y sobre todo a que se sienten seguros.
Es bueno decir que La Policía
Nacional de Nicaragua tiene 13,000 efectivos para una población que bordea los
5,8 millones de habitantes; lo cual representa 1 Policía por cada 446
habitantes. En el Perú existen alrededor de 110,000 policías para los más de 28
millones de habitantes; lo cual representa 1 Policía por 254 habitantes. En
Nicaragua un policía tiene más personas por cuidar, un 75% más de lo que cuidan
los policías peruanos.
Sin embargo en Nicaragua, como lo
señalan sus propios Jefes policiales, “Actualmente, alrededor
de 111 mil voluntarios trabajan en todo el país con la Policía Nacional en
Promotoría Solidaria, entre ellos, 25 mil miembros de los Comité de Prevención
Social del Delito, quienes informan a la policía sobre actividades sospechosas
en sus comunidades y también actúan como educadores sociales”. “Además, 76 mil
personas participan de los Gabinetes del Poder Ciudadano, organizaciones
ciudadanas que promueven la participación de la sociedad en temas de desarrollo
comunitario como, por ejemplo, actividades deportivas y de entretenimiento para
los jóvenes, jornadas de limpieza y salud en sus comunidades”. Y “En la zona
rural, la institución policial cuenta con el apoyo de 1.300 integrantes de los
Comités Comarcales, con más de 14 mil policías voluntarios y cuatro mil
promotoras contra la violencia intrafamiliar”.
El Sistema de Seguridad Ciudadana de Nicaragua se caracteriza por
ser preventivo, proactivo y comunitario y consideran que se basa en 3
subsistemas totalmente articulados: subsistema policial, subsistema social y
subsistema estatal. Parten de reconocer que la delincuencia es multicausal y no
sólo policial. Que requiere una intervención articulada de todo el Estado, con
la comunidad y la policía Nacional. En rigor, la policía articula una estrategia basada en la
prevención social del delito con enfoque comunitario.
En
Nicaragua se resalta y con razón, que este modelo único, basa su éxito en el
origen de la Policía Nacional misma. Ella nació luego del triunfo de la
revolución sandinista y se conformó con combatientes del FSLN. Que es una
policía nacida del pueblo en reemplazo de la Guardia Nacional de los Somoza.
Que su trabajo se realiza en, desde, con y para la comunidad.
En seguridad ciudadana el Perú debe considerar diversas experiencias
internacionales. Una de ellas, es el reconocido modelo de seguridad ciudadana
en Nicaragua. Organismos multilaterales como el Banco Mundial y el BID, así
como diferentes Foros Internacionales lo han reconocido como una de las mejores prácticas en el mundo. Es
conocido como el modelo de seguridad ciudadana comunitaria.
El sistema
existente en el Perú, efectivamente es distinto, pero cuando veo cómo funciona
el sistema en Nicaragua recuerdo que en nuestro país tenemos a las rondas
campesinas creadas en Cajamarca hace 39 años, tenemos serenazgos en las
municipalidades creados desde los 80, Comités de Autodefensa en la sierra sur y
selva central del país creadas en los 80 y extendidas en los 90, Comités de
Defensa y Vigilancia en urbanizaciones, asentamientos humanos y barrios desde
los 80, seguridad privada empresarial y vigilantes de calles masificados desde
los 90. Comités de Seguridad de Licenciados y Reservistas en carreteras de la
última década. En realidad tenemos experiencia comunitaria diversa, dispersa y
abundante en el país. Lástima, no la hemos institucionalizado.
El Perú, puede
construir su propio camino, debemos fortalecer nuestra policía y fortalecer la
participación de la comunidad. Debemos articular mejor las instituciones
estatales con las organizaciones sociales urbanas y rurales. Debemos
institucionalizar la seguridad ciudadana como una labor estatal y social. En
fin podemos tener un sistema de seguridad ciudadana que no se rija por el
principio del gran bonetón de lavarse las manos y echar la culpa al otro.
Necesitamos que el Gobierno Nacional y la Policía Nacional asuman su liderazgo,
por el bien de los peruanos, por la salud del Perú.
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