PARA MIS AMIGAS Y AMIGOS DESDE NICARAGUA

Por: Rudecindo Vega

No hay duda, la distancia y la soledad marcan, dejan huella. Unas veces puede ser rápida otras en forma lenta. Preparados o no, unos mas que otros podemos sentirlas. Hoy la distancia curiosamente me hace sentir más cercano. Gracias a Dios existen un montón de creaciones informáticas que cada vez descubro más y me acercan. Virtualmente, pero me acercan. Es mejor verlos en vivo y en directo que en foto, en una grabación  o solo escucharlos. Mis amig@s saben lo que me cuesta decir ello, para quien siempre ha vivido huyendo y padeciendo dicho desarrollo tecnológico.

Y claro, virtualmente entonces me siento ahí con ustedes o los siento aquí conmigo. La distancia hoy no es lo mismo porque la realidad virtual hoy compite y suple a la realidad real. Y con seguridad la desplazara si es que ya no lo ha hecho. La distancia entonces hoy es virtual. Eso me reconforta. Me da tranquilidad pero no me quita la nostalgia, porque felizmente, esta si, no es virtual. Se siente y ya.

Acá, en Nicaragua quizás los vea y piense mas seguido de lo que se imaginan. La vida de ustedes se me plantea desde la rutina que les conocí, entonces mi imaginación basta. La mía para ustedes tan ocupados en su quehacer si debe ser incógnita total y, sé que, la incógnita requiere tiempo que no tienen. Les cuento: me va bien. Laboralmente, quizás, bastante bien. Con lo que aprendí en el Perú, una movida por acá otra por allá y ya estoy entrando con fuerza al gobierno, al mundo académico, a los contactos internacionales. Muchos políticos, colegas diplomáticos, periodistas, compatriotas me dicen que hago las cosas demasiado rápido y, les respondo, como ustedes siempre me escucharon, que trabajo como si fuera el último día y cuando me tenga que ir quiero hacerlo habiendo hecho algo. Les facilito con eso la imaginación para que vean que las cosas van bien.

Este es un lindo país con linda gente. Felizmente ya lo conocía y muchos de ustedes recordaran que hace 15 años atrás decía que si hay un  país donde desearía trabajar era acá en Nicaragua. La vida me dio esa oportunidad cuando no quería salir del Perú. Pero estoy acá, no se hasta cuando, tratando de hacer bien las cosas para que mis hijas, mi familia, mis amigos mis compatriotas sonrían cuando les hablen bien de uno.

La soledad, ah la soledad, compleja por todo lado. En mi caso, muchas veces buscada y generalmente disfrutada. Otras veces encontrada y muy sufrida. Soledad rodeado de muchas personas y soledad de sentirse solo en grupo. Pocos familiares, pocos amigos, me han hecho sentir su amor, cariño, amistad. Gracias a ellos, gracias a Dios por eso. Hoy vivo sólo y lejos, sin mis razones para vivir; mis hijas, mi Amazonas, mi Perú; y no me siento solo. La soledad es mi sublime conviviente y la pasamos muy bien. Porque tenemos personal que nos atiende en la residencia y en la casa. Y nos dejan disfrutarnos y disfrutar de nuestro trabajo.

En la distancia y la soledad, estoy bien. Podría estar mejor? Si, siempre se puede estar mejor. Qué me limita?. Solo 2 cosas: la tristeza y la desazón. La tristeza de no estar en el lugar donde ustedes están; la tristeza de no verlos juntos y que no se junten; la tristeza de no verlos siquiera intentar juntarse; la tristeza de ver como la rutina traga nuestros espacios de amistad, la tristeza de comprobar una vez más que el circulo como acordeón se agranda o achica cuando hay o no poder, trabajo y alguna oportunidad de por medio; la tristeza de escuchar las quejas y rajes de uno respecto del otro; la tristeza de no verlos solidarios. Esa tristeza si afecta y duele. No la lejanía ni la soledad. Nuestro círculo es bueno y sano, que el poder, el desarrollo de unos sea felicidad de los otros. El triunfo y desarrollo de un amigo aprendí a disfrutarlo sobremanera sin interés subalterno y cuando me ocurrió trate de compartirlo. No estamos hecho para las cosas malas, en eso somos inútiles. Por favor sigan inútiles en ello, de lejos, cuando hacen lo contrario la tristeza “me sume en una profundidad sin fondo”.

Desazón?. Uff que bárbaro. Muchos conocidos hoy los desconozco. Siempre me dan la oportunidad de no dejar de sorprenderme. No juzgo ni juzgare a quienes ayude o apoye, porque la ayuda no tiene precio ni vuelto. Saben que me encanta lo que viene mas tarde. Me encanta el pasado pero disfruto mejor el porvenir. Seguramente, como ya ocurrió antes mi circulo de conocidos se ampliará si tengo nueva oportunidad de un cargo alto, y yo, una vez mas, para molestia de ustedes,  vuelva a incurrir en lo mismo, tener siempre las puertas abiertas. Hagan que el disfrute sea mayor. Sin desazones de por medio. Siempre me tendrán ahí, salvo que ustedes no lo quieran. A los amigos se les escoge, esa es la ventaja, eso no cambia ni cambiara. A mis amigos yo les quiero en el ayer, en el hoy y en el siempre. Estaré con ustedes pronto.

Fuertísimo abrazo

Rudy Vega