Por: Miriam Zelada Rodríguez
Uno de los principios rectores del periodismo es tener fuentes confiables para hacer pública una noticia. También es importante realizar un cruce respectivo de la información que se tiene antes de difundirla, así como es fundamental no comprar fuentes de información.
La pregunta que viene a colación es la siguiente: ¿Cuándo se ven trastocados estos principios básicos? Una de las manifestaciones se da cuando la fuente informativa es un pasquín y los periodistas y la red de redes las hacen valederas. Con asombro noto que los pasquines al iniciarse la contienda electoral 2010 en la región Amazonas, y quizás en otra región también, trasciendan a los medios de comunicación como una fuente valida. Cuando pregunto al respecto me comentan que es una forma de ataque muy usada en la región Amazonas en el juego de la política y que sus autores ya son conocidos.
Es una pena que actualmente el debate político no sea usado como una estrategia de campaña en el que se aborden los planes de gobierno y más bien se haya convertido en una estrategia de cobardes por tirar la piedra y esconder la mano. ¿Acaso no son capaces los candidatos de algunos partidos o movimientos políticos de hacer una política alturada y decente?
Como ya es conocido se le llama pasquín al escrito anónimo que se fija en un sitio público, con expresiones satíricas contra el gobierno o contra una persona o corporación determinada. Es un término de origen italiano y alude al nombre de una estatua –la de Pasquino, situada cerca de la plaza Navona, en Roma–, en cuyo torso solían fijarse los libelos y escritos críticos contra las autoridades o contra el mismísimo Papa. De hecho, el primer pasquín iba dirigido a Urbano VIII por haber mandado fundir piezas artísticas de bronce para fabricar cañones.
El fuego del pasquín en la política es un recurso muy usado, pero considero que dicho recurso es una de esas formas cobardes de hacer política. Los medios de comunicación, así como la población ya han evolucionado y las críticas o acusaciones deben ser directas y con nombre y apellido. Es de cobardes manchar las honras de las personas de forma tan irresponsable y es peor aún que los periodistas o mejor dicho mal llamados periodistas o los medios de comunicación caigan en ese juego.
Históricamente, la difusión de mentiras ha sido endémica en la lucha por el poder. Es común que los políticos recurran a las malas prácticas de difamar a sus adversarios para debilitarlos. El reto siempre ha sido cómo propagar un infundio eficazmente.
Al realizar esta investigación sobre este tema encontré un artículo de un prestigioso escritor y periodista ítalo colombiano quien además de ejercer la docencia en varias universidades, es autor de cuatro libros sobre ética y liderazgo y figura en tres antologías de autores colombianos. Me estoy refiriendo a Alejandro Rutto Martínez, quien en forma de sátira nos da algunos consejos para incursionar como "pasquinólogo"; presten mucha atención y tomen lápiz y papel.
1. Mezcle dos gotas de verdad en un litro de mentira. Preferiblemente en un galón. Si usted no incluye un poco, al menos un poquito de verdad, va a fracasar como "pasquinólogo". Le aconsejo mirar bien este punto. Si un funcionario público compra un auto nuevo (verdad) diga que es producto de sus actos de corrupción en el cargo (mentira o verdad, a usted que le importa eso). No se le olvide de algo, por cada litro de mentira mezcle dos gotitas de verdad. Repito: no olvide esto si quiere triunfar como redactor de pasquines.
2. Nunca dé la cara. Esta recomendación es muy importante. Dar la cara suele ser perjudicial para la salud. Por eso, su pasquín debe ser anónimo y evitar cualquier pista que pueda delatarlo. Recuerde bien, si lo descubren estará pedido. Si se dan cuenta que su mente ideó el libreto, puede tener un disgusto. La gente suele enojarse y enojarse mucho cuando es involucrada en un pasquín.
3. Sepa elegir a sus víctimas. Escoja personas cuyo carácter de notables ayude a crear una mejor historia. Al público le gusta que le cuenten cosas sobre la gente a la que conoce. Y le gusta saber noticias aunque sean mentiras de las personas a las que conoce. No le niegue a nadie el placer de deleitarse a costa de la honra ajena.
4. No se olvide de incluir errores (ojala horrores) de ortografía, gramática y redacción. Ningún pasquín de renombre prescinde de errores porque éstos le dan el toque característico; la categoría de pasquín o publicación del bajo mundo contribuye a despistar a quienes se interesan en descubrir al autor o autores del escrito. Los errores de ortografía le darán estatura a su pasquín. Estatura muy baja como para insertarse en el mundo de las calumnias y las infamias.
5. Difunda el pasquín, de qué sirve escribirlo si no tiene lectores. Imprímalo, fotocópielo y mándelo a repartir (No es aconsejable que usted mismo lo distribuya).
6. Si de verdad quiere dedicarse a la "pasquinología" despídase de los escrúpulos, renuncie a los valores y olvídese de los principios. Si en verdad quiere seguir adelante piénselo bien, porque este pecado que vulnera las honras ajenas es incalificable y sólo las personas perversas y de mentes retorcidas lo cometen. Antes de comenzar a escribir arrepiéntase, confiésese con su conciencia y pida perdón a Dios. Escribir pasquines es propio de los cobardes e indecentes.
Creo que estos seis puntos describen muy bien a la gente que se dedica a la "pasquinólogia", toda una nueva ciencia de los cobardes. Como comunicadora social de profesión y amazonense de nacimiento espero que la política en nuestra región mejore y que se ejerza de manera proactiva sin usar estas cobardes tácticas. Quizás sea muy inocente hacer este pedido, pero creo que el electorado se merece una campaña sustentada en propuestas y planes de trabajo, con metas concretas y visiones de futuro, pero sobre todo participativa e inclusiva.
La pasquinología es el camino opuesto al desarrollo regional, algo que no se merece la población amazonense.
Miriam:
ResponderEliminarte felicito por este excelente artículo y gracias por citarme. Dios te bendiga,
ALEJANDRO RUTTO MATÍNEZ
www.maicaoaldia.blogspot.com
alejandroutto@gmail.com