AMAZONAS: UNA REGIÓN DE MITOS Y REALIDADES
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
Hace 23 años, cuando mi padre Marino Torrejón Rojas, profesor de historia y geopolítica del colegio Blas Valera, recorría con sus alumnos los diferentes sitios arqueológicos, pueblos y áreas ecológicas de la Provincia de Luya siempre corría tras de él para que me guíe y haga conocer la arqueología, pueblos y ecología del mundo donde habitaba. Mi padre me permitía acompañarlo junto a sus alumnos, sorteando abismos, cerros y montes; escuchaba las explicaciones que brindaba a sus alumnos en pleno campo, no importaba la intensa lluvia que caía o el inclemente sol que nos quemaba en todo momento.
Es en este momento de mi niñez, me doy cuenta que nuestro Amazonas, no significaba ser un espacio territorial vacío y excluido, porque observaba como imponentes en sus acantilados nos observaban los Purunmachos. Carajía aparecía ante mis ojos como grandes guerreros de nuestro pasado glorioso, que desafiaban al tiempo y nos enseñaban a visionar un futuro promisorio para Amazonas. Los pueblos que recorría, representaban una verdadera reserva moral y de humildad. Observar al campesino amazonense atesorado de una libertad plena y de altos conocimientos de su mundo, reflejaban ese alto potencial que poseen sus pueblos. Y que no decir de la impresionante ecología que recorría. Ante nosotros se presentaban impresionantes y misteriosas cataratas, cristalinos y sinuosos ríos y un inmensa variedad de flora y fauna.
Ante tanta bondad de nuestra naturaleza, la importancia de nuestro legado histórico y cultural, y la esperanza y visión de nuestros pueblos nos preguntamos: ¿Que ha pasado con nuestra Región en los últimos 20 años?, ¿Que logros estratégicos hemos logrado en estos últimos años para el desarrollo de nuestra región?, ¿Que visiones de desarrollo han tenido nuestros senadores, diputados, congresistas, autoridades regionales y locales que nos han gobernado estos últimos 50 años?, ¿Que macroproyectos de envergadura se han hecho para desarrollar nuestra agricultura, turismo y la preservación de nuestros bosques?, ¿Hemos logrado mejorar nuestra calidad de vida regional o seguimos siendo una de las regiones más paupérrimas de nuestro país?, ¿En suma, nos habremos quitado la venda de los ojos y observado la verdadera realidad de nuestra región?, ¿Aprovecharan nuestros nuevos políticos (aunados con la población) ha desarrollar una visión de un futuro promisorio para nuestra región?. Recuérdese que las cosas se logran con inteligencia y con capacidad de visión, y no con palabrerías que se entronan en el imaginario colectivo por un momento, para luego pasar a un olvido supremo.
Tenemos plena conciencia que nuestras necesidades son urgentes, pero somos concientes también que Kuelap no se construyó de la noche a la mañana, por lo tanto señores candidatos, congresistas, autoridades y políticos nuestra paciencia será bendita siempre y cuando ustedes tengan bajo el brazo, un plan de desarrollo para nuestra región, siempre y cuando ustedes luchen por nuestra región y visionen el futuro de Amazonas de una manera aceptable, viable y sostenible.
Amazonas es una región de mitos y realidades, donde conviven en el imaginario, los grandes guerreros como Oc Soplin y Huayamil, pero también convive nuestro campesino, nativo y hombre de la ciudad. Los mitos de nuestros Purunmachos y Solpeculebras se engalanan en las realidades y potencialidades de nuestros sarcófagos y cataratas. El esplendor luchador y esperanzador de nuestra gente se materializa en las piedras arrumadas colosalmente en Kuelap. ¿Que podemos esperar entonces de nosotros mismos, de nuestra clase política que vienen a ser nuestros guías para nuestro desarrollo, ya que por eso los elegimos?
Por nuestra parte creo que los hombres y mujeres amazonenses debemos adoptar otra mentalidad, un cambio desde nosotros mismos, dejando atrás nuestras envidias y resentimientos. Dejando de mirarnos como enemigos y luchando colectivamente para nuestro desarrollo. Tomando conciencia del alto potencial que guardan nuestros recursos arqueológicos, ecológicos y nuestra cultura viva, identificándonos y conllevando a su conservación. Dando un valor agregado a nuestros productos agrícolas y ganaderos.
Nuestra gente es el principal motor para el cambio de nuestra región, por lo tanto nuestras autoridades deben luchar para eliminar ese bolsón de pobreza en que se encuentran sumergidos los pueblos.
Los pobladores de nuestra región son personas con cierta capacidad en potencia, por ello la clase política debe crear una atmósfera para que todos puedan aumentar su capacidad y las oportunidades puedan ampliarse para las generaciones presentes y futuras. El verdadero fundamento del desarrollo humano a nivel regional será las reivindicaciones vitales de todos y el equitativo acceso a las oportunidades de desarrollo. Es tarea de nuestras autoridades hacer que el poblador amazonense desarrolle sus capacidades para poder desenvolverse en este mundo competitivo y globalizado. Hay que invertir en el capital humano que tenemos. Este desarrollo humano sostenible de nuestra región debe dimensionarse en una constante búsqueda de la productividad, la equidad, la sostenibilidad y el empoderamiento social. Los recursos para nuestro desarrollo lo tenemos en nuestras manos, en nuestra cultura, en nuestros monumentos, en nuestra ecología, en nosotros mismos.
En la región, con suma necesidad se debe de conformar una arquitectura institucional sólida, reforzando el capital social e institucional que tenemos. Se debe llevar a cabo una transformación productiva a nivel de los insumos locales, creando en ellos un valor agregado; se debe fomentar el desarrollo humano con seguridad alimentaria para que se genere bienestar y oportunidades; se debe crear un fuerte capital de cooperación y competencia basadas en nuestras culturas locales (campesina, nativa y urbana) y en la interculturalidad. Esperamos que los candidatos y posteriormente nuevas autoridades, recapaciten de nuestra situación regional, que no entren a la “cancha de juego” pensando satisfacer sus intereses personales.
Recuerden que detrás de ustedes existen pueblos que viven con la esperanza de salir adelante, hombres y mujeres que viven dentro de una colectividad esperando el despegue regional a nivel humano y económico. Niños que requieren un futuro seguro y promisorio.
Hace 23 años caía el hermoso atardecer amazonense, y mi padre, después de enseñar a sus alumnos de la importancia de nuestra cultura y ecología; y yo escuchar y tomar conciencia de sus sabias palabras y observar las riquezas de mi alrededor, volvíamos cargados de esperanza a nuestro Luya y Lamud. Cargados de alegría y fuerza, entendiendo que somos una gran región de oportunidades y que algún día nosotros o nuestros hijos nos levantaremos observando un nuevo amanecer, una nueva región donde las personas conviven en estrecha armonía, luchando y haciendo uso de las riquezas que se esconden en nuestra arqueología, en nuestra ecología y en nuestra cultura viva.
Hace 23 años caía el hermoso atardecer amazonense, y mi padre, después de enseñar a sus alumnos de la importancia de nuestra cultura y ecología; y yo escuchar y tomar conciencia de sus sabias palabras y observar las riquezas de mi alrededor, volvíamos cargados de esperanza a nuestro Luya y Lamud. Cargados de alegría y fuerza, entendiendo que somos una gran región de oportunidades y que algún día nosotros o nuestros hijos nos levantaremos observando un nuevo amanecer, una nueva región donde las personas conviven en estrecha armonía, luchando y haciendo uso de las riquezas que se esconden en nuestra arqueología, en nuestra ecología y en nuestra cultura viva.
Elmer: Buena remembranza de un pasado reciente y felicitaciones a tu papa por ser un maestro como pocos. Creo que mientras los gobiernos sigan sosteniendo un modelo de desarrollo que privilegia y beneficia a unos cuantos, las grandes mayorias de nuestra población no tendran acceso al progreso y bienestar. Un claro ejemplo es Madre de Dios, cuyos recursos naturales son depredados, con grave daño al medio ambiente y al ecosistema, a vista y paciencia de las autoridades presentes, como tambien lo ha sido en el pasado, pues el problema no es nuevo. Cual ha sido el beneficio de la actividad minera para la región y para la población, ninguno que sea tangible realmente. Entonces de lo que se trata es que el nuevo modelo de desarrollo economico sostenido y sustentable privilegie el progreso y bienestar de las grandes mayorias, para lo cual es necesario implementar politicas economicas que promuevan el crecimiento economico, que permitan alcanzar en el largo plazo el desarrollo humano, para lo cual es necesario renovar nuestra clase politica.
ResponderEliminarSaludos
Jose Sifuentes
Gracias Jose, es cierto lo que mencionas necesitamos ampliar nuestro espectro para intervenir con políticas de desarrollo incluyentes, donde todos los peruanos nos beneficiemos de las riquezas que tenemos, y por eso como mencionas es necesario reestructurar a nuestra clase política, es necesario nuevos líderes que miren el desarrollo desde dentro, desde nuestras diversas problemáticas y oportuniodades que tenemos en el país. Gracias por tu comentario.
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