jueves, 1 de agosto de 2013

LA SALUD Y LA MEDICINA TRADICIONAL EN EL PERÚ
 
Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
 
En nuestro país pluricultural, las sociedades rurales asocian de manera directa su cultura y cosmovisión, con la salud y las enfermedades. El puente que los enlaza es la medicina tradicional o folklórica. Por ello el dialogo intercultural con estas poblaciones es indispensable, cuando se quiere implementar políticas o programas sociales, económicos o de salud. En nuestras comunidades andinas y amazónicas el cuerpo (sus órganos y fluidos) de las personas está encapsulado dentro de cosmovisiones (la visión del mundo)  e historias que le da una importancia preponderante por generaciones.
 
Entonces las políticas de salud tienen que construirse e implementarse a partir del entendimiento de los conocimientos y racionalidades de la ruralidad. Esto evitaría conflictos sociales, agresiones y hasta muertes de los servidores médicos. Esto por ejemplo ocurrió hace algunos años en una comunidad Awajun, donde médicos murieron a manos de comuneros, debido a que “rompieron las reglas comunales”, al hacer tocamientos a sus mujeres para detectar algunos males o aplicarles inyecciones; actividades normales para los médicos occidentales, que a los ojos de los Awajun son negativos, porque no se puede tocar a sus mujeres sin el permiso de los hombres y menos aplicar inyecciones porque según sus creencias se está introduciendo “cosas malignas” al cuerpo. La importancia del cuerpo en nuestras comunidades.
 
A parte de que previamente se tiene que entrar en un diálogo intercultural, se debería implementar en los centros médicos y hospitalarios, áreas de medicina alternativa, donde la medicina tradicional de las localidades rurales sea puesta en valor y permita la afluencia de las personas rurales a los centros hospitalarios. Un problema de la salud en las zonas rurales es justamente la poca y limitada afluencia de las personas a los centros médicos, esto se debe a múltiples factores (económicos y culturales principalmente).
 
Desde el lado cultural, las cosmovisiones juegan un rol importante en el manejo de la salud. Los “curanderos” o “chamanes” son los médicos en las poblaciones rurales, las poblaciones confían en ellos o ellas, más que en los médicos occidentales. La importancia y buena salud del cuerpo recae en personajes que culturalmente y socialmente son aceptados e institucionalizados dentro de la organización, los médicos occidentales quedan en segundo plano o cuando la enfermedad es muy grave.
 
Entonces en las comunidades, la importancia del cuerpo y sus fluidos, reviste vital importancia en la adquisición de un poder; de un poder de curar, de un poder de “mover las maquinas” (el cuerpo); o de un poder de dar continuidad a la vida, como lo expresan culturalmente nuestras comunidades rurales.
 
Lamentablemente la formación de los médicos occidentales y profesionales de la salud en el país, todavía está limitada al conocimiento cultural de los pueblos; sabiendo que estos profesionales realizan sus actividades de Serum en poblaciones rurales, donde la salud tiene un concomitante cultural. La interculturalidad tiene que ser parte de la formación de estos profesionales, para poder llegar a estas poblaciones sin crear conflictos que afecten a los actores involucrados.
 
Existen diversos seres sobrenaturales personificados que son “actores” cosmovisionarios o culturales de las múltiples facetas que caracterizan el aspecto de la salud en nuestras comunidades indígenas amerindias. Quizás para la sociedad occidental, la cultura occidental; la temática de esta lectura, el asocio de la cultura con la medicina en las sociedades rurales; sean consideradas como manifestaciones folklóricas y sin un sustento científico y por tanto no son dignas de tomarse en cuenta al momento de hablar de una política de salud.
 
Esta forma de pensar de “nosotros”, difiere totalmente de la racionalidad de esos “otros” excluidos. Conlleva a comprender las realidades desde la imposición etnocéntrica, que considera que la cultura o sociedad occidental es superior a estas sociedades rurales; por tanto no ver de manera intercultural las realidades, deviene en conflictos no solamente relacionados con la salud, sino también relacionado con la minería por ejemplo, que cada día nos manifiestan los medios de comunicación.
 
Si aplicaríamos e intervendríamos teniendo en cuenta los procesos interculturales de nuestro país pluricultural, solucionaríamos muchos de los problemas que devienen de este choque de culturas, racionalidades o civilizaciones. Por tanto el tema de la salud, no es inherente a un análisis multidisciplinario al momento de implementar o crear políticas, programas o proyectos. Comprender la salud en los pueblos rurales, es comprender la real importancia que tiene el cuerpo humano "culturalmente construido", dentro de los procesos organizacionales y funcionales de nuestras comunidades campesinas y nativas.

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