viernes, 22 de agosto de 2014

LAS TARAS DEL SISTEMA ELECTORAL

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
Cuando era estudiante de secundaria en el Colegio Blas Valera siempre me enseñaron que uno de los “cuatro poderes” en nuestro país era el sistema electoral, encabezado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE); y esto es tan cierto porque este sector se encarga funcionalmente de “instalar” a los candidatos – y más adelante posibles autoridades –  en los procesos electorales democráticos a nivel nacional, regional y local. Una vital función que conlleva a comprender, el porqué de ser conocido como el “cuarto poder”.
El JNE y sus órganos complementarios, es la entidad que al fin y al cabo tiene entre sus manos el desarrollo de un país, una región o una localidad; si dentro de sus principios de selección, esta entidad logra satisfactoriamente reclutar dentro de los procesos electorales a los mejores candidatos; tanto en hojas de vida, planes de gobierno y transparencia de todo tipo.
Lamentablemente lo mencionado anteriormente es una “casuística ideal”, una exclamación teórica; porque en estos días el JNE y sus jurados especiales a nivel departamental, están en los “ojos de la tormenta” por tener ciertos comportamientos dudosos y hasta a veces comportamientos que lindan con la vergüenza y el mal accionar de ciertos funcionari@s.
El Sistema Electoral en el Perú necesita urgentemente una reingeniería, porque no puede ser que su máxima entidad como el JNE pueda admitir candidatos que ahora son autoridades y estén ligados a la prostitución y la trata de menores como lo acontecido recientemente con un Congresista de Loreto. No puede ser que existan hasta tres Presidentes Regionales en la cárcel y uno corrido, por actos de corrupción o asesinatos, y previamente hayan sido admitidos como candidatos por el JNE. Es  inadmisible que la política peruana sea representada por autoridades como algunos congresistas que solo recurren a la vociferación e insulto de todo tipo, como algún congresista muy conocido de nuestro Amazonas. Así existen muchos ejemplos para exponer.
Uno de los pilares para mejorar la política y tener candidatos, y subsecuentemente autoridades idóneas, es el sistema electoral y ésta debería ser complementada con la educación política del ciudadano y el fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos. Es muy necesario que el Congreso y las entidades respectivas dejen sus pretensiones personalistas y partidarias, y reformulen a través de leyes y normas, el accionar del JNE. Se tiene que fortalecer los filtros de elección de candidatos para no tener aproximadamente 1400 candidatos con diversos problemas judiciales que van desde la violencia familiar, hurto agravado; hasta asesinatos y narcotráfico.
Nuestro sistema electoral tiene que imitar positivamente los procesos electorales de países en desarrollo, de acá cerca nomás, de nuestro vecino Chile. En estos países por el simple hecho que un candidato haya tenido “INDICIOS” de corrupción, narcotráfico, trata de menores, violencia familiar, violación sexual, peculado, etc;  es un antecedente válido para que “inmediatamente” sea desaforado del proceso electoral democrático. Mientras que en el Perú, son tan débiles las normas electorales que todavía es necesario que exista una sentencia firme vigente para poder excluir a un candidato, sin importar su pasado o indicios fuertes y comprobados, con algún tipo de acciones antisociales que van contra el Estado o los derechos fundamentales de las personas.
Tan mal estamos que los Jurados Electorales Especiales bajo su consigna “la ley está hecha” está aceptando listas electorales que han ocultado sus antecedentes judiciales en sus hojas de vida; más aun, han “hecho pasar” a candidatos que se han “limpiado judicialmente”, dentro de la podredumbre estructural del Ministerio de Justicia. Mientras esto ocurre “de taquito” el JNE, dicta tachas e improcedencias contra candidaturas que nunca y por ningún motivo, ni siquiera tuvieron indicios de corrupción, mala gestión, violencia familiar o peculado. ¡Qué injusto es el Sistema Electoral peruano!
Todas estas “taras” y limitaciones del Sistema Electoral lo sufrimos al final, nosotros los ciudadanos. Tan solo mirar las autoridades que tenemos, con diversos juicios y comportamientos que colindan con actos delincuenciales; nos debería conllevar a exigir que el JNE sea reestructurado, porque gran parte de las autoridades que tenemos es culpa del Sistema Electoral al permitir candidatos con problemas diversos de toda índole. Los ciudadanos peruanos, y los amazonenses en particular, no nos merecemos esto. Al fin y al cabo lo que está en juego, es nuestro desarrollo y porvenir.
 
LAS “ECONOMÍAS” QUE RESCATARÁN NUESTRA ECONOMÍA

Por: Mirbel Epiquién Rivera
 
La economía es una ciencia que trata de entender el comportamiento de las sociedades e individuos en el logro de sus necesidades básicas. En este proceso de análisis científico se formulan teorías y modelos que deberán ser contrastados empíricamente con la realidad, si uno de estos modelos demuestra ajustarse a la realidad entonces la teoría de la cual deriva será tomada como cierta. No obstante, las teorías no son inmutables y por lo tanto los modelos que interpretan la realidad tampoco.
Las sociedades y sus entornos siempre cambian. Este es un principio natural que muchos se resisten a aceptar y tratan de mantener viejos paradigmas conceptuales. El miedo a lo diferente o la posibilidad de perder privilegios puede llevarnos a defender ideas y prácticas peligrosas para la sociedad y su entorno. Es el caso de la actual economía neoclásica capitalista, cuyo principal afectado ha resultado ser la naturaleza, pero también ha tenido impactos poco alentadores en la sociedad, desde la pérdida de valores asociados a la vida comunal hasta comprobados desequilibrios emocionales de la gente. Por un lado se incrementan las rentas per cápita y al mismo tiempo aumenta el individualismo, la insatisfacción material y la soledad. Asimismo, crece el PBI y al mismo tiempo disminuye la cooperación social y el desarrollo colectivo.
Sin embargo no todo está perdido,  en un mar de preceptos capitalistas que solo incentivan la acumulación de riqueza y la competitividad aparecen propuestas económicas que buscan la equidad de derechos, el bienestar común o el trabajo colectivo. Voy a referirme brevemente a tres experiencias económicas alternativas que conozco de primera fuente, esperando con ello que renazcan las esperanzas en que estas “economías” pueden rescatar nuestra economía.
Comités de vigilancia de la cuenca del río Tahuayo (Loreto)
En el corazón de la Amazonia peruana se encuentra el río Tahuayo, a 4 horas en deslizador desde la ciudad de Iquitos. En esta cuenca hay un conjunto de comunidades campesinas e indígenas que desde hace un poco más de 20 años decidieron controlar su territorio y sus recursos. El motivo que los impulsó a hacerlo es que en cierto momento estaban a punto de presenciar un desastre ecológico y social. Cientos de pescadores foráneos ingresaban todos los días a extraer peces en el río y en las cochas, otra gente cazaban animales y extraían madera, claro está, sin pedir permiso a nadie. Los animales, los peces, la madera, el aguaje y todo lo que se podía vender era extraído sin conmiseración.
Era fines de los años ochenta y un grupo de campesinos que vivían en las márgenes del río se organizaron en comités de vigilancia. A través de un conjunto de acuerdos establecidos en asamblea comunal, estos comités empezaron a controlar el uso de recursos y sancionar a los infractores de los acuerdos comunales. Estas prácticas de control comunal hicieron que con el tiempo los animales regresaran, se incrementaran las poblaciones de peces y desaparecieran los conflictos sociales. Todo este esquema de auto-regulación se convirtió en clásico ejemplo de economía social que se pretendió replicar muchas veces en otros lugares pero con poco éxito ¿Por qué? Pues por la ausencia de los elementos clave de la experiencia del Tahuayo;  gente organizada, aprendizaje participativo (ensayo-error), ajuste de estrategias, sanciones efectivas, liderazgo y capacidad de decisión.
Empresas cooperativas
Soy socio de una cooperativa de ahorro y crédito. Para muchos esto puede sonar a “chino”, pero por ejemplo, las empresas que lograron superar fácilmente la gran crisis financiera mundial de los años 2008 – 2009 en Estados Unidos (USA) fueron las empresas comunales o también denominadas cooperativas. Mientras que el resto de empresas quebraban, las cooperativas lograban mantenerse a flote, ¿el secreto?: estas empresas no tenían un dueño, eran propiedad de todos sus socios y así como se compartían los beneficios, también se compartieron los riesgos. En las cooperativas no hay empleados que puedan irse cuando el barco esté por hundirse, hay socios, que remarán y remarán hasta que el barco salga a flote. Una cooperativa está guiada por principios rectores de economía solidaria; adhesión voluntaria y abierta, gestión democrática (los directivos son socios), autonomía e independencia, interés comunal, participación de los beneficios económicos, educación y formación continua.
El movimiento cooperativista en otras partes del mundo es fuerte. Países como Ecuador, Brasil, Bolivia, Argentina y Venezuela tienen sólidas empresas cooperativas. En Perú el cooperativismo fue duramente perseguido y golpeado por las reformas económicas emprendidas por Fujimori en los años 90. La intención fue desaparecerlas, pero felizmente no lo lograron del todo y hoy siguen allí, incólumes, resistiendo en medio de muchas voces que tratan de estigmatizarlas.
Asociaciones educativas
La educación es la base del cambio social, eso lo sabe literalmente todo el mundo, y también es una fuente de recursos económicos, dirían otros. No hay que ser muy perspicaces para darse cuenta que algunos mal llamados emprendedores se aprovecharon de las necesidades de educación para ofrecer gato por liebre. Colegios, institutos y universidades que prometían llevarnos al éxito en la vida resultaron ser solo fachadas de negocios mercantilistas que poco o nada contribuyen al desarrollo integral del país, con muy pocas excepciones claro. Las estadísticas son elocuentes, las capacidades de los egresados de muchos colegios y universidades particulares son penosamente inferiores al de instituciones estatales, parroquiales y asociaciones sin fines de lucro.
Hace unos meses con un grupo de padres y maestros afines a la pedagogía Waldorf se logró crear una asociación educativa (Das Goethehaus) para jardín de niños y nivel primario. La idea es que los padres financian, con las pensiones, los costos administrativos y el pago a los docentes. Al mismo tiempo el gobierno del colegio se da a través de una junta de padres y maestros que se denomina “junta gestora”.  Las tareas se realizan a través de comisiones de trabajo en donde participan los padres de todos los grados. A medida que los niños y niñas avanzan con su educación, los padres, y eventualmente los maestros, son reemplazados por nuevos padres y maestros que ingresan al colegio. En ningún momento se habla de utilidades económicas porque no hay una intención de lucro, la calidad educativa es lo único que importa y el dinero excedente se usa para mejorar la calidad del servicio.
He mostrado solo tres experiencias económicas que brindan bienestar a la gente en tres diferentes rubros. Es por ello que cuando escucho que solo la inversión privada salvará al país, o que los inversionistas se irán si osamos reclamar nuestros derechos y otras sandeces prefabricadas, solo atino a pensar en la imagen de don Gilberto Flores, balanceándose en una hamaca de su casa frente a la quebrada Blanco, en el Tahuayo. Él y sus paisanos lograron revertir un escenario que muchos daban ya por perdido; convocando, convenciendo y trabajando crearon un modelo de desarrollo alternativo en medio de la selva y a partir de escombros.
 

lunes, 18 de agosto de 2014

SALUDO A MI TIERRA, MI INOLVIDABLE CHACHAPOYAS
 
Por: Jorge Reina Noriega


Vuelvo nuevamente a tus prados, mi querida Chachapoyas, vuelvo a gozar de tu paz, de tu tranquilidad eterna, vuelvo a revolcarme en mis recuerdos para añorar los tiempos idos y gozar de tus callecitas rectas, con sus casitas pintadas de blanco y sus balcones regios, donde ayer entre cortinas de encajes y terciopelos, se escondían las bellezas angelicales de mi pueblo querido. Regreso a verte transformada, con más movimiento comercial, con todos los signos del modernismo en tus jirones y avenidas, en tus Asentamientos Humanos, en tus Institutos y Universidades, en tus locales comerciales, en tus discotecas, bares y restaurantes, pero, me doy cuenta que sigues guardando en tus entrañas el señorío y el abolengo de tus años mozos.
Vengo con la II Misión Médica Internacional 2014, vengo a tu Fiesta de la Mama Asunta, para agradecer al cielo, por lo mucho que recibo y es tan poco lo que hago. Vengo a ver a mi hermano, en su lucha interminable y a veces incomprendida, para aquellos a los cuales la Misión va dirigida, vengo en busca de mi poca familia, que aún me queda, de mis compadres y amigos, que han ido desapareciendo y me esperan allá en el Oriente donde brilla la Luz Eterna.
Sin embargo, ya no miro a la ciudad limpia, con sus veredas, que antes las barríamos con escobas de retama y de chishka, recogíamos la basura y la botábamos en el huayco detrás del mercado, ahora convertido en unos jirones llenos de comercio próspero y con cientos de ambulantes. Ahora hay carro recolector y por la radio escucho: “No seas cochino o cochina, no botes la basura, espera el carro recolector”. Es cierto que hay gente foránea y gente migrante venida del interior y son a ellos, erróneamente y de mala fe, a los que se les culpa de tener una ciudad sucia, pero, parece que nosotros hemos olvidado que la mejor virtud que tiene el ser humano, es la limpieza, porque la prosperidad y el desarrollo empieza por el aseo, poseer una casa limpia habla bien del que la habita, tener una buena salud significa tener buenos hábitos de limpieza, ser amable y honesto es tener una conciencia limpia y sin culpa.
Ahora por todos los lados abundan las cantinas y los bares, las discotecas y los chichodromos, los hostales y aún los burdeles, que ahora tienen nombres exquisitos y antes disimuladamente los decíamos la Casa de la Cultura. Por todos los lados se escucha música estridente, hay casas de juego y tragamonedas. Restaurantes y locales de comida rápida, con cocinas a kerosene o gas licuado, ya se olvidaron de la chamiza y de la leña de tayango o de guarango. Pocos locales venden shirumbe, chipchemuro o chochoca con caransho, cecina majada y purtumute. Ahora hay pollo a la brasa, filet miñón, bisté a lo pobre, cebiche y trucha dorada. Ya no hay tucsiches ni cartscachos, menos caldo de pichuchos. Los cocineros se llaman chefs y las que sirven se llaman anfitrionas, que te dicen: ¿que desea servirse caballero? y no como antes que quereste comer.
Hay locales de internet en los que hay niños sentados chateando o viendo actividades morbosas, ante la vista y paciencia de aquellos que llenan sus bolsillos con las monedas, muchas veces sustraídas y que privan de alimentos a sus personas queridas. Los muchachos ya no leen los clásicos como Los tres Mosqueteros, El Conde Montecristo, La Dama de las Comedias, María de Jorge Isaac o Coplas a la Muerte de mi Padre y del Quijote de la Mancha, no saben si se despintó con lejía o taxana o con agua de choloque.
Que como ha cambiado el tiempo, antes una mentada de madre, era un chócale para la salida y no terminaba hasta sacarle chocolate de la singa al desgraciado…, ahora los muchachos y hasta las niñas hablan frases subidas de tono y hay besos y caricias a flor del día y una que otra criatura sin reparo alguno sabe que la “virginidad produce cáncer” y por eso se vacunan muy temprano.
Nuestros días pasan inmisericordes. El Pumaurco permanece enhiesto, claro ya no tupido de bosque como era antes, sin sus ermitas, limoneros y los romeros, pero muchas veces sigue cubierto de nubes, como si tendría vergüenza de lo que hay abajo en la ciudad.
Chachapoyas y todos los pueblos de nuestra Región tienen su belleza, sus personajes ilustres y sus miles de vivencias que a veces se ahogan en las gargantas de los hombres de la tercera edad que añoran nuestros tiempos y cuando de vez en vez quieren dar a conocer la historia que nos glorifica y enorgullece, nos tratan como gente desfasada y antigua y que ya tenemos fallas en la mente.
Sin embargo que difícil es hacerles comprender, que la vida es como la naturaleza. Que venimos a este mundo con nuestras estaciones contadas. Muchos llegarán a sumar 80 o 90 estaciones, y serán felices, pero, también se preguntarán, qué hicieron con la primavera de sus vidas…, esos 20 años donde tenían que nutrirse con los alimentos sanos para desarrollar un cuerpo físico, preguntarse, cuánta instrucción y educación recibieron para crecer en sabiduría y en espíritu, y como es que desarrollaron sus valores morales para tener una conciencia limpia, sin mancha y sin culpa alguna que no les avergüence…. Fue nuestro verano, de los 20 a los 40, la época en que más producimos, creando bienes materiales e intelectuales, dando felicidad y seguridad a nuestras familias o llegó demasiado rápido nuestro otoño, de los 40 a los 60 donde el pelo se nos tiñó con hilos de plata, a muchos se nos volvieron quebradizos, se cayeron, juntamente con nuestros dientes, se doblaron nuestras columnas y llegaron los reumas, los dolores musculares, aparecieron los síntomas de la presión alta y empezaron a molestar los triglicéridos, el colesterol, la glucosa y la urea y qué decir de la próstata y la menopausia y los prolapsos. Entonces nuestro mísero sueldo de nuestra jubilación o cesantía, empezó a faltar, por eso, feliz aquel que llegó al invierno de su vida, después de los 60 años con salud, con alguien que le cuide por cariño y no por compromiso o por interés esperando que se muera, para quedarse con la herencia o…, triste el final de aquel viejo maltrecho, que no tiene quien lo cobije y muere abandonado a su propio destino.
Todas estas cosas se aprecian en otras ciudades del Perú, pero no en los pueblos de nuestra tierra, por eso tenemos el sagrado deber de conservar nuestra tradición y de transmitir a nuestros hijos para que ellos cuiden el honor de ser amazonenses, de pertenecer a una raza envidiable que jamás supo de rendiciones, que tuvo la bendita suerte de que los que vinieron a vivir a nuestra tierra, se contagiaron del amor a nuestro terruño y ellos también lo defienden con el mismo amor y cariño porque aquí nacieron sus hijos, aquí hicieron sus fortunas, aquí está metido en las fibras más intimas de su ser que la Libertad, es el clamor de los Pueblos, que hubieron muchos amazonenses propios y extraños que derramaron su sangre por defender nuestro territorio y nuestra tradición y nuestra decencia, porque D+os siempre nos ha mirado con ojos de piedad, porque sabemos extender nuestras manos al caído, sabemos defender con pundonor lo que nos pertenece, jamás nos dejamos avasallar por el abuso porque la semilla de amor y gratitud, que hemos sembrado en esta bendita tierra fértil, nadie jamás podrá destruirla, ni el tiempo ni los suplicios de la vida.
Mis queridos hermanos de mi inolvidable Chachapoyas y de mi linda Región Amazonas, depende de nosotros seguir manteniendo grande nuestro territorio, porque recién está despertando al Mundo un emporio de riqueza que la convertirá en la Región más noble, más rica y hermosa de nuestra Patria. Pongamos el hombro los viejos que ya nos vamos para no volver, los adultos en quiénes reposa nuestro prestigio y en esa niñez y juventud maravillosa que será el verdadero motor de nuestro desarrollo, por eso respetemos, honremos y veneremos a nuestros MAESTROS PRIMARIOS que son los que ponen el cimiento de las grandes naciones que marchan al desarrollo en bien general de todos o hacen las desgracias de las mismas con ideas resentidas y equivocadas y egoístas y son los responsables de lo bueno o malo que al final somos.

Pastillita para el Alma - *AYÚDEME A AYUDAR*
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Foto tomada de la página del Facebook: "Chachapoyas Histórica"

miércoles, 6 de agosto de 2014

EL “RITMO” DE LA POLÍTICA EN AMAZONAS

Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
 
Como ciudadano amazonense y nacido en esta hermosa región, sostengo que este 5 de octubre se define -como cada cuatro años-, el rumbo del desarrollo amazonense. Nuevas autoridades asumirán cargos regionales y locales, y por ende se trazarán nuevos espacios de gestión y manejo del poder, que busquen el camino y horizonte óptimo de la región. Lo ideal sería que los “nuevos rumbos” a elegirse este octubre próximo, conlleve a “nuevas esperanzas”, a nuevas y viables maneras de gestionar el poder para el desarrollo de Amazonas, ya que tanto lo anhelamos nosotros sus ciudadanos. Esta es nuestra esperanza, este nuestro sueño.
Lamentablemente ese sueño, esas esperanzas; se esfuman rápidamente cuando uno observa y analiza desde su lugar privilegiado, la campaña electoral que se está llevando a cabo en nuestra tierra. Resumo la campaña política de Amazonas en lo siguiente: “Los ciudadanos amazonenses están analizando y evaluando por cual “cancioncita” de campaña votaran este 5 de octubre”.
Paisanos amazonenses, es que la campaña se ha convertido en una “lucha de ritmos musicales” por parte de los candidatos y sus movimientos, para ver cuál es la mejor “cancioncita” que logrará captar más votos de los incautos y sufridos electores amazonenses. Solo con mover el dial de las radios de Amazonas, uno se encuentra con diversos ritmos musicales (desde cumbias hasta huaynos deformados), donde los candidatos se autoproclaman los salvadores, los humildes, los mejores, los más pobres, los menos corruptos, los más trabajadores, los ingenieros, médicos y docentes de primera; los más capaces, los que dan su vida por Amazonas, los de origen humilde, los “iluminados” que acabarán con todos los males; es decir, un menú para todos los gustos.
Es precisamente este rasgo electoral amazonense: el boom de las “cancioncitas”; una anomalía de lo que NO debe ser la política. Una campaña electoral no puede tener como principal estandarte para convencer al elector, “una canción maquillada” donde se elogia los principales atributos de uno u otro candidato. En campaña política, el principal estandarte y herramienta de convencimiento debería ser un Plan de Gobierno. Ciudadano amazonense, este 5 de octubre ¡NO vas a votar por la mejor canción o el “ritmo halagacandidatos” mejor elaborado!, este 5 de octubre deberías votar por la mejor propuesta programática para el desarrollo de tu distrito, provincia o región. Votar por tu futuro, Amazonense.
Ciudadanos, lamentablemente los planes de gobierno de la mayoría de movimientos políticos NO les ofrecen propuestas claras, coherentes y cumplibles en plazos determinados. Es más, ni siquiera en un resumen pueden esbozar un Plan de Gobierno contundente y esperanzador; la mayoría divaga en una nube de propuestas “vacías e incoherentes”, sin metas claras. Entonces es necesario como elector, DEMANDAR debates alturados de planes de gobierno, y que no solamente los movimientos y candidatos se luzcan en hacer “cancioncitas”, pero resultan ser inútiles para construir un verdadero Plan de Gobierno.
Entiendo completamente que una campaña electoral tiene diversos instrumentos comunicativos para poder captar al elector; pero también entiendo como amazonense comprometido con su tierra, que ese principal instrumento NO pueden ser ritmos musicales donde los candidatos se pintan como “ángeles salvadores”. El “ritmo” de la política amazonense, NO puede basarse en una comunicación política anómala. No es bueno para el elector, no es bueno para el desarrollo de la región.
Como electores amazonenses, que tenemos el poder de elegir nuestras autoridades, debemos tener dos actitudes supremas en esta campaña electoral: REFLEXIONAR Y EXIGIR. Reflexionar las mejores propuestas, las mejores hojas de vida de los candidatos; no dejarnos guiar nuestro voto por la mejor “propaganda musical” o el más ostentoso regalo que te puedan dar los candidatos. Ni tampoco guiarnos por campañas millonarias. Exijamos debates de propuestas y planes de gobierno; exijamos una campaña electoral limpia y transparente; exijamos que no nos engañen, ni “pinten pajaritos” con algún ritmo “halagacandidatos”.
Los electores amazonenses debemos estar precavidos y expresar siempre: ¡Yo como amazonense tengo los destinos de mi región y este 5 de octubre no pienso votar por la mejor “cancioncita” o el mejor regalo; yo amazonense, comprometido con el desarrollo de mi región y responsable por el futuro de mis hij@s; votaré por las mejores propuestas y por un Plan de Gobierno coherente!
De esta manera aseguramos un desarrollo esperanzador y plausible de nuestro Amazonas. El “ritmo” de la política amazonense está en nuestras manos, a saberlo conducir por el buen sendero. Es nuestro deber como amazonenses.
DESCENTRALIZACIÓN: PROCESO PARA REFORMAR*

Por: Rudecindo Vega Carreazo
 
Hoy el proceso de descentralización está en cuestión. Los duros, sin atreverse a decirlo directamente, consideran que debe ser concluido, y los desconcertados apenas se atreven a precisar mejoras. Todos ellos sin embargo tienen dudas sobre la descentralización. Por el contrario, nosotros somos convencidos de la necesidad de reformar dicho proceso para fortalecerlo.
El actual cuestionamiento a la ineficiencia de las autoridades regionales y locales en la ejecución presupuestal y la extendida corrupción, siendo válida, no es privativa de dichos niveles descentralizados, pues se encuentran en todos los poderes del Estado, niveles de gobierno y no son propias de la descentralización. No olvidemos la descomunal ineficiencia y corrupción del Gobierno Nacional en las décadas de los 80 y los 90 cuando nuestro régimen era centralista y concentrado. Tampoco olvidemos que en la última década con la descentralización iniciada, la ineficiencia y la corrupción también alcanzó a instancias centralizadas y concentradas de nivel nacional. Además, es bueno resaltar que hay Gobiernos Regionales y Locales más eficientes y con buenas prácticas gubernamentales que muchos organismos nacionales.
Nuestro proceso de descentralización está en plena adolescencia, apenas va a cumplir 13 años. Gran parte de sus problemas tienen que ver con el ecléctico diseño del mismo, las marchas y contramarchas en su implementación, la desarticulación del Gobierno Nacional en la coordinación con los Gobiernos Regionales y Locales con la desaparición hace 7 años del CND, la ausencia de políticas públicas de fiscalización y control del mismo, la modernización acelerada de la nueva gestión pública peruana con sistemas de gestión (planificación, presupuesto, inversión, contrataciones, control) y administración pública con diseños poco descentralistas, etc.
A pesar de ello y de su juventud, nuestro proceso de descentralización ha coincido con otros procesos que durante la década deben ser revalorados: los 14 años continuos de crecimiento económico, los 14 años continuos de disminución de pobreza y extrema pobreza, los 14 años continuos de recuperación y reinstitucionalización de la democracia, los 14 años de concertación nacional vía el Acuerdo Nacional. Siempre el crecimiento, desarrollo y lucha contra la pobreza es más sostenible en procesos democráticos y la descentralización es un instrumento clave para conseguirlos. Hay regiones que han avanzado conforme al avance del país y hay otras que han retrocedido o se ha estancado evidenciando que no es un proceso uniforme en todos los departamentos. Mi departamento Amazonas este 2014 está en su peor situación histórica: es el tercer más pobre y el cuarto con menos desarrollo regional.
La redistribución territorial del ejercicio del poder a nivel nacional que supuso la elección de las autoridades departamentales (debieron llamarse Gobiernos Departamentales y no Gobiernos Regionales) es un avance democrático luego de 180 años de vida república. Lamentablemente, la crisis actual en la gestión de la mayoría de ellos hoy parece que hubiera permitido crear mafias regionales y locales que han tomado por asalto dichos niveles de gobierno. Esta dolorosa situación es una oportunidad para realizar varias reformas al proceso de descentralización para fortalecerlo en la perspectiva de consolidar el desarrollo nacional y la reinstitucionalización democrática.
Hay regiones que han avanzado conforme al avance del país y hay otras que han retrocedido o se ha estancado evidenciando que no es un proceso uniforme en todos los departamentos.
Entre las varias medidas que debería comprender esta reforma del proceso de descentralización podemos anotar las siguientes:
1. Revisar para cada nivel de gobierno las funciones públicas con la finalidad de evitar sobre posición de las mismas y mejorar la complementariedad de los niveles de gobierno en educación, salud, seguridad ciudadana, protección ambiental, etc. Hay funciones transferidas que han significado el desentendimiento del Gobierno Nacional y la inútil asunción de los Gobiernos Regionales y Locales. Es decir las funciones y servicios públicos se han deteriorado en un mar de indefiniciones.
2. Reformar el Sistema Nacional de Control y Fiscalización fortaleciendo su autonomía y descentralizándola a nivel nacional. La dependencia funcional de los órganos de control interno de la Contraloría y la dependencia administrativa del organismo a ser controlado invalida toda propuesta de control real. La Contraloría debe tener presencia independiente a nivel nacional y facultad preventiva de sanción administrativa.
3. Fortalecer la función de fiscalización del Congreso de la República respecto de los niveles regionales y locales de gobierno. Debería evaluarse las sanciones políticas (suspensión de funciones y separación del cargo) a las autoridades regionales.
4. Reinstitucionalizar algunas funciones públicas de carácter nacional que con la descentralización y transferencia de las mismas han quedado desarticuladas y desatendidas. En la mayoría de los Gobiernos regionales las Direcciones Regionales Sectoriales no pasan de realizar actividades administrativas y se encuentran en real abandono.
5. Crear e institucionalizar un organismo, con presencia nacional y en cada departamento, que permita al Gobierno Nacional recuperar coordinación gubernamental con los niveles regionales y locales de gobierno que hoy se canaliza informalmente a través de la ANGR y de la AMPE. En la Ley existe el consejo de Coordinación Intergubernamental que lamentablemente nunca se ha instalado.
6. Redefinir los derechos y mecanismos de participación y control ciudadanos tomando en cuenta el proceso de descentralización. La actual ley que regula dichos derechos se emitió antes de que existiera el proceso de descentralización y hoy debe ser mejorada.
7. Implementar un adecuado sistema de planificación nacional en lugar del debilitado y disminuido CEPLAN, recuperando funciones que hoy se encuentran poco atendidas en el Viceministerio de Economía. Devolver la independencia de esta función respecto de la función pública presupuestaria ayudará a precisar los lineamientos de desarrollo y de inversión nacional. Lamentablemente se mantiene la inercia de que el presupuesto definen los planes y no al revés.
8. Redefinir la tradicional elaboración y distribución del presupuesto nacional para dar un trato diferente a las regiones con menos desarrollo, más pobres y sin canon.
9. Formular incentivos tributarios (más que exoneraciones) a inversiones con real domicilio fiscal en los departamentos con menos desarrollo y mayor pobreza.
10. Redefinir los sistemas nacionales de inversión pública, contratación pública y administración financiera del Estado recogiendo la diversidad nacional para optimizar la utilización de los mismos antes que para evitar su uso.
Cada una de estas propuestas contiene una gran cantidad de medidas que es necesario desarrollar. Hoy con los graves y dolorosos hechos delictivos encontrados en varios gobiernos regionales y locales, es fácil hacer eco de la crítica contra el proceso de descentralización. Hagamos todas las correcciones necesarias con la clara visión de que para el desarrollo nacional y el fortalecimiento democrático es siempre mejor un país descentralizado que uno concentrado y centralizado. Que la crisis de la adolescencia nos permita una mejor juventud y adultez para todo el Perú.

* Publicado en la Revista IDEELE Nº 241.